martes, 9 de abril de 2013

BLUES FOR THE RED SUN - Kyuss, 1992


Directamente salidos de las alucinógenas fiestas del desierto californiano en las que los generadores de gasolina y la marihuana creaban la atmósfera adecuada, unos adolescentes llamados Kyuss lanzaban en 1991 su álbum de debut, "Wretch", un trabajo en el que los californianos comenzaban a desarrollar un sonido propio, aún carente de madurez y profundidad.
De la mano de Chris Goss, alma mater de Masters Of Reality, banda de culto y embrión del sonido stoner, Kyuss daba el salto de calidad en 1992 con la publicación de "Blues For The Red Sun", un trabajo glorioso que asentaba los cimientos de aquello que la crítica especializada definió como stoner.
Prácticamente está todo inventado, y sonar original, en una época tan convulsa musicalmente como los principios de la década de los 90, era algo muy complicado. Kyuss no sólo lo consiguió, además marcó los parámetros del sonido desértico.

Algunas bandas ya habían experimentado con la amplificación, los fuzztones y los overdrives, abriendo un camino que grupos como Kyuss se encargarían de cimentar. Y el sonido de "Blues For The Red Sun" podría trasladarse a unos Blue Cheer delante de una pila de Marshalls en el desierto en medio de una tormenta de arena. Así es como suena Kyuss en este magnífico artefacto.
La pesada guitarra de Josh Homme construye algunos de los riffs más arenosos de la historia, profundos, abrasadores e incluso en ocasiones melódicos, perfectamente secundados por el demoledor combo rítmico que forman el bajo de Nick Oliveri y la batería de Brant Bjork. Las líneas de bajo de Oliveri son de las que justifican la compra de un subwoofer de calidad. Hipnóticas, poderosas y pilar fundamental a lo largo de todo el disco. Bjork realiza un trabajo fabuloso, un auténtico metrónomo imbuido de una fuerza sobrenatural en el que sorprende la casi perfección en el uso del ride, del crash y del splash. La extraña y adictiva voz de John Garcia completa el cuarteto de manera magistral, casi como si de un instrumento más se tratase.
Un trabajo opresivo, humeante y a veces agobiante, en el que son evidentes las influencias de Black Sabbath, aunque por supuesto eso no es lo más noticiable en el álbum que puso en el mapa a Kyuss.
"Blues For The Red Sun" abre con "Thumb". Su inicio lento y seductivo transita por un tranquilo pero poderoso y masivo riff que finalmente explota en una brutal combinación de instrumentos de entre los que sobresale la visceral voz de Garcia. Colosal tema cuyo poder y energía capturan perfectamente el sentimiento de todo el álbum.
Continua el disco con "Green Machine", un trallazo de increíble puente que recuerda a unos Stooges sobre amplificados. Sus poderosos acordes de apertura aceleran el tema hasta casi rozar el speed metal con un riff simple pero efectivo y unos excitantes coros.
"Molten Universe" desarrolla un formato instrumental que básicamente define el sonido de Kyuss y que desemboca sin remisión en "50 Million Year Trip (Downside Up)", un obligatorio viaje de atmosféricos paisajes sonoros cuyo feroz inicio y pausados acordes finales de guitarra demuestran que Kyuss puede ser tan demoledor como melódico.
Las hilarantes letras de "Thong Song" se mecen entre abrasadores riffs que desembocan en una bella conclusión acústica en esta descarnada parodia sobre el estereotipo del heavy metal.
"Apothcaries Weight" y "Carterpillar March" son dos de las improvisaciones instrumentales que dan la oportunidad a los miembros de Kyuss de mostrar un talento sin límites.
"Blues For The Red Sun" avanza sudoroso en busca de "Freedom Run", la pieza central del álbum, con sus hipnóticos siete minutos y medio de nuevo plagados de embriagadores paisajes sonoros. Una vez más un inicio lento transporta a un humeante riff generador de brutales improvisaciones.
La dureza se torna tribal en "800" mientras que la muscular "Writhe" representa la naturaleza de improvisación de la banda. Ritmo imposible para uno de los mejores temas de la carrera de Kyuss.
El bello interludio acústico de "Capsized", ejemplo  absoluto de picking, deja de nuevo paso a la brutalidad casi thrash de "Allen's Wrench" para llegar al verdadero final de un álbum, que al margen de la aséptica "Yeah", concluye con "Mondo Generator", temazo en el que la voz de Oliveri se distorsiona en eco al tiempo que la banda destroza sus instrumentos tras él. Atmosférica y pavorosa al mismo tiempo.
Más maduro y profundo que "Wretch" y menos psicodélico que "Welcome To Sky Valley", el genial álbum que es "Blues For The Red Sun" debe ser tenido en consideración como uno de los mejores y más completos trabajos de la extraña década de los 90. Su importancia además trasciende a su época al crear, definir y marcar unas pautas que crearían escuela, independientemente de sus influencias y teniendo muy en cuenta su legado.
Además, por si esto no fuera suficiente, en 1994 llegaría "Welcome To Sky Valley", pero eso ya es harina de otra entrada.


2 comentarios:

  1. GENIAL BLUE!! NADA A AÑADIR!! PEAZO ENTRADA Y PEAZO DISCO!!

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    1. Gracias David, un disco que debería haber gozado de los beneplácitos de los que gozaron otros. Hoy estaría en la cima. Para nosotros lo está, así que haremos misión con él.
      Abrazos.

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