Kill Devil Hill se formó en 2011 con una alineación ciertamente atractiva. Rex Brown, bajista de Pantera y Down, Vinny Appice, el inmenso baterista de, entre otros, Black Sabbath, Dio y Heaven And Hell, Dewey Bragg, vocalista de Pissing Razors, y Mark Zavon, guitarrista en multitud de pequeñas bandas y que destacó en W.A.S.P.. "Kill Devil Hill", el álbum de debut de la banda, lanzado en 2012, fue un artefacto muy interesante, un álbum en el que se podían sintetizar los proyectos anteriores de cada miembro del grupo. Un sonido y una esencia que les llevó a girar con Adrenaline Mob, uno de los proyectos de Mike Portnoy.
En 2013 se ha publicado "Revolution Rise", el segundo álbum de estudio de Kill Devil Hill, un álbum que realmente coloca a la banda en la élite del metal, convirtiéndose en un impresionante disco que una vez más vuelve a dar en el clavo. Lo que diferencia a Kill Devil Hill de otras bandas contemporáneas especializadas en metal para ciencuentonas es que ellos poseen las dosis adecuadas del rock más bestia sin renunciar al aspecto emocional. y lo hacen de un modo más inteligente, sofisticado y versátil que la inmensa mayoría de esas bandas. Un sonido moderno que no llega a sucumbir a los absurdos clichés del género en la actualidad.
Es el primer trabajo de Kill Devil Hill para Century Media Records y lo ha producido Jeff Pilson y mezclado Jay Ruston. Un par de nombres que deberían llevar sin equívoco a pensar que el artefacto puede llegar a merecer la pena. Una producción centrada en riffs poderosos y voces versátiles en un trabajo muy profesional en el que tres generaciones de músicos resumen tres generaciones del heavy metal.
Hay aspectos diferenciales entre "Revolution Rise" y el debut de Kill Devil Hill, sobre todo la manera de componer y la química entre sus cuatro miembros han mejorado sustancialmente. Cuatro músicos que vienen de aventuras y proyectos con sonidos diferentes pueden tener el hándicap de que dirección musical tomar, pero afortunadamente Kill Devil Hill han encontrado ese camino tras un interesante primer disco y un año girando juntos.
El rendimiento vocal de Bragg, antiguo vocalista de los Pissing Razors y principal compositor del proyecto, es realmente sorprendente, con una interpretación excepcional. Su impresionante tono operístico llama la atención, y fluye a la perfección con ese combo rítmico de mucho peso que forman Vinny Appice y Rex Brown, encargados de dotar de una rica densidad al álbum, dentro de un sonido en el que brilla con fuerza la guitarra de Mark Zavon, cuyos riffs llenan de peso y emoción el álbum, marcando la pauta.
Armonías vocales llenas de emoción que fluyen al tiempo que se abren paso melodías de guitarra inquietantes y plagadas de actitud. Ese agudo sentido de la melodía y la inmensa capacidad para producir riffs sitúan "Revolution Rise" en la frontera entre el rock y el metal, y lo convierten en un producto sumamente atractivo. Una acertada combinación de metal pesado, southern rock y diríamos que sonidos del Seattle de los 90 e incluso del stoner rock. Todo ello impregnado por las influencias del heavy metal de la vieja escuela. Black Sabbath, Pantera e incluso Alice In Chains afloran por el segundo esfuerzo de los Kill Devil Hill.
"No Way Out" abre "Revolution Rise" en modo gigante con un ambiente sonoro oprimente. Ojo al solo de Zakk Wylde, invitado de lujo. Un sucio tema de heavy metal versado en los traidores tras el que llega "Crown Of Thorns", un tema agresivo lleno de maravillosas e inteligentes armonías que supone una auténtica patada en las pelotas. Gran pasión en Bragg e inmenso solo de Zavon.
"Leave It All Behind" muestra las tendencias más melódicas de la banda con un hard rock clásico de grandes voces y riffs carnosos sin pretensiones. Ritmo rápido, sutiles líneas de bajo y solos únicos. Después "Why", un tema en el que Lane Staley sale de la tumba para mutar en Dewey Bragg en un corte sobre la mentira y los mentirosos.
"Wake Up The Dead" es un tema impresionante lleno de poso Black Sabbath teñido de cierta modernidad, "Long Way From Home" supone una vuelta a los 80 de la mano de Ozyy Osbourne y Whitesnake y "Where Angels Dare To Roam" es el corte más oscuro del álbum y ofrece una impresionante línea de bajo de Brown. Los años de experiencia de Appice confluyen en esta pieza.
"Stained Glass Sadness" es un tema versátil y creativo en el que se reúnen metal, jazz y rock, "Endless Static" presenta evidentes influencias de los Dokken de Jeff Pilson embarcadas en un rápido ritmo y "Stealing Days" bebe de un emotivo estilo ochentero con letras suaves y tiernas. Después "Life Goes On" es un número demoledor en el que brilla Bragg y Zavon se sale. Épica de 10 minutos para finalizar este excelente disco.
Impecablemente interpretado, producido de manera soberbia, adictivo y lleno de textura, "Revolution Rise" es un pedazo de álbum en el que la mezcla entre dos veteranos y carismáticos músicos con dos casi desconocidos talentos da a Kill Devil Hill una considerable ventaja. Una banda de hard rock haciendo tan heavy como les es posible el rock and roll. Una banda sin miedo a usar sus influencias en la búsqueda sonora de su personalidad.
No olvidéis pasar por LA BANDA QUE NUNCA EXISTIÓ para dejar vuestra lista de esa posible mejor banda de la historia del rock, en formato comentario o mediante MD a @BlueMonday1971.
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