WHO'S NEXT - The Who, 1971. Crítica del álbum. Review. Reseña.

Tras el éxito de "Tommy", la ópera rock que en 1969 consagraba definitivamente a los Who, Pete Townshend quiso prolongar el estado de euforia en el que banda, público y crítica se encontraban sumidos con la realización de un proyecto similar llamado "Lifehouse".

"Lifehouse" se convirtió en un artefacto difícil de manejar, poco comercializable y ni siquiera sus compañeros eran capaces de comprender lo que Townshend estaba tratando de hacer.

Eclipsados primero por los Beatles y los Rolling Stones, después por Led Zeppelin y Black Sabbath, los Who tuvieron sin embargo su momento de máxima gloria entre 1969 y 1971. Sus tremendos directos y la opción de que el rock podía hacer algo novedoso y distinto que habían creado mediante "Tommy" les colocó en la cima más elevada.

Ahora los Who tenían que mover ficha, y lo hicieron con "Who's Next", un trabajo salido del fallido "Lifehouse" en el que se produce un punto de inflexión en la carrera de una banda que pasa drásticamente de escribir himnos mod al rock más genuino. La brillantez con la que lo hicieron deja "Who's Next" como un disco memorable.

"Lifehouse", el punto de partida de "Who's Next", estaba concebido como un espectáculo en el que el rock salvaba al mundo, y probablemente no llegar hasta el final benefició al disco resultante, un álbum conciso y centrado. Conociendo la trama de "Lifehouse" se puede otorgar un concepto a los temas de "Who's Next", pero lo más interesante aquí es que si no se conoce esa trama todos los temas seducen aún fuera de ese concepto, una de las diferencias fundamentales con "Tommy".

Pete Townshend escribió los temas de "Who's Next" de una manera bastante más autónoma y menos narrativa que en "Tommy", lo que seguramente hace que esos temas funcionen muy bien fuera del contexto de "Lifehouse". Al fracasar el proyecto de Townshend los temas que compuso cobran una vida nueva y un significado completamente alejado de su intención original, llegando a unas cotas emocionales e intelectuales mucho más amplias.

"Who's Next", publicado en 1971, es seguramente el álbum definitivo de los Who. Partiendo de la base de que no había ninguna idea conceptual en la obra al desconocerse inicialmente de donde procedía, la sorpresa fue mayúscula entre los seguidores de la banda, uno de los grupos de la historia del rock que mejor ha sabido adaptar su música y su sonido con el paso de las décadas.

"Who's Next" muestra el gran dinamismo de la banda, gran versatilidad y una madurez musical fuera de toda duda, así como una gran confianza. Letras inteligentes, guitarras potentes, voces arenosas, percusión candente y sintetizadores por primera vez en la carrera de los Who, convergen para que prácticamente "Who's Next" se convirtiese en una obra maestra, dotado de una potencia y una magnificencia realmente impresionantes, seguramente la obra más fina de la banda como una única unidad de trabajo.

Pete Townshend demostró una vez más su talento como compositor, pero además mostró hasta donde podía llevar sus guitarras. Roger Daltrey, un vocalista que hasta ese momento había sonado correcto, en "Who's Next" lo hace de modo absolutamente espectacular. ¿Dónde había estado metido?. Y la pareja rítmica, Entwistle y Moon, se adaptó perfectamente al cambio de sonido que su líder había propuesto para el cambio de década. Además tocaban sus instrumentos como si de instrumentos principales se tratase, no de secundarios, obteniendo de ese modo un sonido característico. En definitiva cuatro tipos interpretando a la perfección las ensoñaciones líricas y musicales de uno de ellos, reflejadas en un disco que bien podría ser la esencia y definición de uno de los cambios de década más importantes y retransmitidos de la historia de la humanidad. Ensoñaciones que retratan angustia, desesperación, la crisis de identidad, el cinismo y la rebelión contra el sistema.

"Who's Next" abre con "Baba O'Riley" y su heladora línea de sintetizador. El piano, la batería atronadora de Keith Moon, la voz desafiante de Roger Daltrey y el fabulos riff de guitarra de Townshend transportan al idealismo hippy de los 60. La acelerada pieza final de violín se convierte en algo realmente único y eficaz.

"Bargain" es una frenética y pasional explosión de ruido, tras la que la acústica "Love Ain't For Keeping" deja a un Townshend tocando su instrumento con tanta fuerza que parece electrificada.

"My Wife", cortesía de John Entwistle, muestra un cierto toque de humor negro y "The Song Is Over", uno de los mejores temas del álbum, muestra cuan lejos de "I Can't Explain" se encontraba Townshend. El piano aquí es del gran Nicky Hopkins.

"Getting In Tune" presenta una intro de piano a cargo de Hopkins que prepara para una balada que levanta poco a poco en el coro al tiempo que "Going Mobile" hace referencia a la ética de la década anterior, con su solo de guitarra en modo wah-wah y su protagonismo hippy. Una de las mejores interpretaciones de Keith Moon a lo largo del álbum.

"Behind Blue Eyes", originalmente es la pieza concebida para Brick, el villano de "Lifehouse". Su silenciosa guitarra acústica que se transforma en riff de bajo acciona el gruñido de Daltrey y convierten el tema en un clásico. Tema profundo, pasional y confesional en el que Daltrey captura del mejor modo la rabia y el dolor con los que Townshend compuso el tema.

"Won't Get Fooled Again" cierra el álbum mostrando el cínico punto de vista de Townshend sobre el comunalismo hippy. Presenta a la banda más feroz, guitarra abrasadora, bajo atómico, batería nuclear y Daltrey aullando bajo el zumbido incesante del sintetizador. Su final es digno de algunas de las mejores piezas de clásica. Un viaje sonoro absolutamente épico en el que el grito final de Daltrey refleja ira e indignación.

"Who's Next" es realmente una obra de arte, una pieza de orfebrería musical que refleja fervientemente el trabajo de un genio llamado Pete Townshend y la conjunción y estado de máxima euforia de una banda que jamás volvería a realizar artefacto lejanamente parecido.