viernes, 17 de enero de 2014

LUCINDA WILLIAMS - Lucinda Williams, 1988


Esa chica de Lousiana, hija de un poeta y profesor de literatura, viajaría a Austin para comenzar a desarrollar su pasión por la música. Blues, folk y rock teñidos de sentimiento country que la llevarían a Jackson para grabar su primer álbum, "Ramblin'", en 1978, una colección de versiones de clásicos de raíces. En 1980 Lucinda Williams publicaba "Happy Woman Blues", un trabajo con escasa repercusión en el que comenzaba a dar muestras de su talento compositivo asentado musicalmente en el country y en el blues.


Tras aquel fracaso comercial Lucinda Williams se mudaría a Los Angeles y se establecería con una banda con la que adquiriría la suficiente reputación como para que Rough Trade Records publicase el disco que la colocaría en el mapa musical norteamericano. "Lucinda Williams" se publicaba en 1988, hace ya 25 años, y aunque no sería el mayor éxito de su carrera, si le permitiría avanzar en ella y mostrar todo su talento compositivo y musical.

Lucinda Williams comenzaba a desarrollar el rango vocal que maduraría en esfuerzos posteriores, y eso se nota en un álbum en el que se muestra pasional y dinámica durante todos sus cortes, y se convierte en un instrumento lleno de convicción. No es la mejor voz femenina, y aún le falta la confianza que le sobra a su banda, pero si una de las que más convincentemente interpretan sus maravillosas letras, letras que exploran sus propias historias de la vida y del amor mientras dibujan certeros retratos del resto.


Su estilo narrativo es el de un observador permanente que examina el mundo en función de su estado de ánimo, pero aún en los momentos de mayor depresión habla de la belleza que observa. Un genio narrativo lleno de sinceridad que transporta a los lugares por los que transita su música. Lucinda se las arregla para escribir unas letras con mucha más profundidad que las de la mayoría de la música country, consiguiendo además con su talento conectar con la mayoría de la gente.

La producción, a cargo de Gurf MorlixDusty Wakeman y la propia Lucinda Williams, no es tan pulida y sofisticada como lo sería la del "Car Wheels on a Gravel Road" 10 años más tarde, pero ese es sin duda uno de los atractivos de un disco fresco y nada pretencioso. Un trabajo que consiguió que Lucinda y sus músicos sonasen casi en directo desde el estudio de grabación.

Jim Lauderdale, Pat Quinn y Gurf Morlix aportan maravillosos coros a las composiciones de la Williams, y el propio Morlix realiza un soberbio trabajo de guitarra lleno de ganchos agudos y pegadizos. Una banda sin fisuras que se mueve con la misma eficacia por cualquiera de los géneros que desgrana en el álbum. El violín de Doug Atwell, el bajo de John Ciambotti, los teclados de Skip Edwards, el acordeón de Chris Gaffney, la batería de Donald Lindley o la armónica de Juke Logan acompañan de manera soberbia los vericuetos compositivos y vocales de la protagonista del álbum.


Musicalmente se trata de temas tan simples y sencillos que llega a sorprender lo bien que están construidos. Folk, country o americana tocado prácticamente en bruto, sin adulterar, con todos los instrumentos orquestados de un modo que sólo la dirección de Lucinda Williams podía lograr. La banda ofrece un sonido crudo, espontáneo y animado cuya producción se encargó de reforzar. 

"Lucinda Williams" abre con "I Just Wanted to See You So Bad", ese country rock tan agradable de escuchar lleno de pasión de la mano de Lucinda Williams, un tema vivio y absolutamente emocionante tras el que "The Night's Too Long" se convertiría en un auténtico himno del poder femenino mediante unas letras realmente inteligentes llenas de sensualidad, añoranza y liberación desde ese tibio sabor al "Nebraska".

Después "Abandoned", balada pantanosa que ofrece un precioso solo de guitarra eléctrica y "Big Red Sun Blues" un temazo simple, metafísico, hermoso y lleno de sentimiento que proporciona una auténtica explosión de poder antes de la llegada de "Like a Rose" y su sexualidad incandescente. Luego "Changed the Locks" deja armónica de blues y guitarra eléctrica poderosa para un tema que llegaría a versionar el mismísimo Tom Petty en el "She's The One" con los Heartbreakers, un dato que sirve para valorar la magnitud del tema.


"Passionate Kisses" y su impresionante rollo folk rock que años más tarde cubriría de gloria a Mary Chapin Carpenter desde esa base de amor pegadizo deja su sitio a "Am I Too Blue", una emocionante balada anclada firmemente en la tradición country, un tema introspectivo en el que Lucinda Williams toma conciencia de si misma. 

"Crescent City", el tema que luego haría suyo Emmylou Harris, es un tema divertido desde esa pequeña nostalgia por el hogar, un tema  genial sin duda en el que desde su tristeza siente felicidad por recordar el pasado, un corte en el que se vislumbran ciertos toques a Bruce Springsteen, lo mismo que en "Side of the Road", una resignada balada absolutamente formidable, un viaje complejo y emocional lleno de pasión que se las arregla para no perder nunca su atractivo. Un tema sublime lleno de imaginería, una de las mejores letras que la Williams ha escrito.


"Price to Pay" y su descarnado saborazo country precede a "I Asked for Water (He Gave Me Gasoline)", la lasciva versión del clásico de Howlin' Wolf en la que la Williams pone la mejor voz de todo el álbum, llena de estremecedora pasión en un desbordante duelo con la armónica de blues. Un tema húmedo y sudoroso que destila blues del Delta, perfecto para poner el punto final a un álbum lleno de magia.

¿Country?, ¿folk?, ¿blues?, ¿rock?, ¿americana?...¿qué más da?, es Lucinda Williams y es deliciosa, debe mantenerse alejada de los clichés. La música de este álbum es clásica, resistente y absolutamente refrescante, y fundamentalmente es el disco y el sonido sobre el que Lucinda construiría algunos de los mejores momentos de su carrera, como el "Car Wheels on a Gravel Road" de 1998, posiblemente su trabajo más cohesionado, el "Essence" de 2001 o el "World Without Tears" de 2003.


No olvidéis pasar por LA BANDA QUE NUNCA EXISTIÓ para dejar vuestra lista de esa posible mejor banda de la historia del rock, en formato comentario o mediante MD a @BlueMonday1971.

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