En 1971 Ted Templeman produjo junto a Van Morrison el quinto álbum del de Belfast. De entre los numerosos músicos que participaron en su grabación destacan hoy dos nombres: Ronnie Montrose y Bill Church. El primero era un joven guitarrista de 24 años y el segundo un bajista que contaba 25 por aquel entonces. Juntos habían formado una banda llamada Sawbuck con la que ese mismo año habían publicado un álbum. De aquellas grabaciones con Morrison saldría también un tema llamado "Listen To The Lion", posteriormente incluido en el "Saint Dominic's Preview" que el norirlandés lanzaría en el verano de 1972 y que también produciría Templeman. Aún tendría tiempo Ronnie Montrose para participar en la grabación del "They Only Come Out At Night" del Edgar Winter Group puesto en circulación en Noviembre de 1972.
Por aquella época el vocalista y guitarrista Sammy Hagar saltaba de banda en banda por las fértiles colinas musicales de California, aún sin un destino o rumbo premeditado, tal vez esperando esa oportunidad que nunca se presentaba. El batería de Sweet Linda Divine, ya con disco para 1970, Denny Carmassi, trataba de dar el salto tocando por todos los tugurios de California.
Dos músicos con cierta reputación, Montrose y Church, decidían montar de nuevo una banda propia. De aquellas noches californianas saldrían los otros dos miembros del grupo: Hagar y Carmassi.
La banda fichaba por Warner Bros. y en Octubre de 1973 lanzaban "Montrose", su álbum de debut, producido por supuesto por Ted Templeman, viejo conocido de Ronnie Montrose y Bill Church.
"Montrose" es sin duda uno de los mejores álbumes de la gloriosa década de los 70, y decir esto, de una década como aquella, es ya decir mucho. Sin embargo en aquellos tiempos llenos de rock de quilates, el álbum de debut de Montrose pasó ligeramente desapercibido, algo inexplicable teniendo en cuenta la abrumadora calidad de sus ocho temas, su capacidad de innovación y el talento individual y como conjunto de sus cuatro miembros.
La casi obscena manera de tocar la guitarra de un maduro Ronnie Montrose, la personal voz del desconocido Sammy Hagar, lo suficientemente arrogante como para ser etiquetado como dios del rock, pero lo suficientemente cercana como para que el oyente se involucre, el elegante y preciso bajo de Bill Church y la poderosísima batería de Denny Carmessi, se llenan de talento, energía y actitud para conformar una obra maestra del rock de todos los tiempos. Es difícil que un guitarrista del talento y la capacidad de Ronnie Montrose se mezcle con los miembros de su banda como él lo hace en "Montrose". Algunos de los mejores riffs y solos de la década aparecen aquí, aquellos que hablan de su grandeza cuando pueden ser tarareados, como si formasen parte de la letra del propio tema, y esto en "Montrose" sucede a menudo. Sin embargo, a pesar de la brillantez de la guitarra en el álbum, ninguno de los otros tres miembros se queda rezagado.
Las reminiscencias de Free, Bad Company, Humble Pie o Led Zeppelin aparecen por algunos de los rincones del disco, sin embargo la dureza de su música o su energía se muestran incluso superiores a sus referencias.
Templeman produjo "Montrose" de manera brillante, responsable de que el sonido de la inmensa guitarra de Ronnie Montrose fuese absolutamente monstruoso en este disco. Un álbum de sólo ocho temas, cada uno de los cuales debería ser considerado hoy en día como clásico. Una de las mejores producciones de la historia del rock en la que la impresionante nitidez de los riffs y los altavoces cambiantes utilizando plenamente el sonido estéreo se adelantaron claramente a su tiempo.
Comienza "Montrose" con ese himno emblemático para una juventud rebelde que es "Rock The Nation", uno de los temas más conocidos y versionados de la banda. Rápido, duro y lleno de energía contagiosa. "Bad Motor Scooter", el primer tema que compuso Sammy Hagar, eleva aún más la categoría del álbum. La intro de guitarra motera lleva a una pista llena de riffs brutales con un Hagar demostrando lo malo que puede llegar a ser por una tía. "Speed Station #5" se abre en forma de psicodelia electrónica y lleva a un impresionante tema de olor al "Communication Breakdown" de Led Zeppelin y algún guiño que otro a Jimi Hendrix. Inmenso Hagar como alter ego de Robert Plant, épico solo de Ronnie Montrose y alucinantes letras de ciencia ficción para un alocado final. "I Don't Want It" es otro trallazo rockero de durísimos riffs y Hagar cantando sólo como debe y sabe.
"Good Rockin' Tonight", el jump blues de Roy Brown que popularizó Elvis en 1954, sirve de excusa a Montrose para llenarlo de aceleración y riffs marca de la casa. "Rock Candy" obsequia con la batería más dura desde el "When The Leave Breaks" de Led Zeppelin en 1971. Fluidas líneas de bajo, titánica batería, poderosísimas voces, lírica sexual y riffs de alto octanaje conforman lo que debería ser siempre un trallazo de rock duro. "One Thing On My Mind" es de nuevo una fiesta de rock and roll y "Make It Last" es el himno que cierra "Montrose" de manera filosófica. Bestial la doble guitarra de Ronnie Montrose, tocando los mismos acordes con dos guitarras diferentes, algo que junto a otras innovadoras técnicas hace a lo largo de todo el disco.
Eran los años en que la superpoblación de bandas grandes era tal que algunas de ellas pasaban casi desapercibidas. Deep Purple, Led Zeppelin, Rolling Stones o Black Sabbath centraban la atención de los medios y el público, y algunos grupos de inmenso talento quedaron reducidos a círculos minoritarios. Montrose fue una de esas bandas, cuatro músicos de inmenso talento que con su álbum de debut se marcaron uno de los mejores trabajos de toda la década. El tiempo parece que poco a poco les está colocando en su sitio, pero es obligatoria la continua reivindicación de Montrose como uno de los grupos más importantes de la historia del rock e incluso puede decirse que más influyentes.
Lo descubrí hace relativamente poco y me encantó. Hay riffs que ya había oído en temas posterires de grupos influidos por Montrose (algunos tan grandes como los Dictators). Muy buena entrada, Blue, profusa y apasionada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Gonzalo, se agradece aún más viniendo de quien viene. Uno de los mejores guitarristas del rock de todos los tiempos, un inmenso vocalista y un combo rítmico demoledor unidos en un disco obligatorio.
EliminarAbrazos.
Pues nunca me he puesto con Montrose... y mira que he oído muchas opiniones como la tuya, calificándolos de la gema oculta del hard rock setentero... en fin, una anotación más en mi "debe"
ResponderEliminarun saludo
Puede que ya estés con ello amigo viajero. Hazlo, no te vas a arrepentir.
EliminarAbrazos.