Los abusos de todo tipo y la decadencia se habían apoderado de los miembros de Mötley Crüe más o menos a mediados de la década de los 80, y su música era, en aquellos momentos, fiel reflejo de su sucia existencia.
Los tipos se habían marcado cuatro discazos desde que en Enero de 1981 el bajista Nikki Sixx abandonase London para formar una nueva banda. "Too Fast For Love" en 1981, "Shout At The Devil" en 1983, "Theater Of Pain" en 1985 y "Girls, Girls, Girls" en 1987 habían obtenido atención de medios y público, y mostraban los pilares fundamentales de la filosofía del grupo. Sexo, drogas, motos y alcohol como medio de vida y su música como vehículo transmisor de todo ese desparrame. Trabajos llenos de crudeza y energía que mostraban sin tapujos la desquiciada vida de Mötley Crüe.
Aquel desorden cambió por completo cuando Bob Rock apareció en escena y la banda encontró la sobriedad suficiente como para ponerse a trabajar seriamente.
En Septiembre de 1989 Mötley Crüe publicaba su quinto álbum de estudio. Una vez más con Elektra, y producido por Bob Rock, "Dr. Feelgood" se convertía en el trabajo más aclamado de la banda y hasta la fecha el que más copias ha vendido. Muchas veces se asocia éxito comercial a escasa calidad, y en este caso nada más alejado de la realidad. "Dr. Feelgood" es sin lugar a dudas una obra maestra de su década, un trabajo que casi 25 años después sigue sonando fresco y lleno de poder.
Efectivamente Bob Rock, el tipo que ese mismo año había producido el "Sonic Temple" de los Cult y el debut de Blue Murder, la banda de John Sykes, iba a ser el encargado de pulir el sonido de Mötley Crüe intentando en lo posible mantener esa energía y crudeza características de los primeros tiempos de la banda. El trabajo de Rock en "Dr. Feelgood" es impecable, y este experto en comercializar rock duro aplica al sonido de la banda elementos vibrantes, hasta cierto punto exuberantes, llenos de claridad y frescura, elementos de los que habían carecido los esfuerzos anteriores de Mötley Crüe. Y para conseguirlo, entre otras lindezas menos técnicas, graba las partes de cada miembro de la banda por separado para evitar los desagradables conflictos habituales.
"Dr. Feelgood" captura a Mötley Crüe en su cima creativa e interpretativa. Un cambio de dirección que les alejaba en cierto modo de esa vertiente oscura y dura de sus primeros trabajos pero que conservaba su espíritu juerguista absolutamente innato esta vez teñido de una cierta madurez. Es posible que "Dr. Feelgood" no sea el mejor trabajo de "Mötley Crüe, no lo se, pero lo que si está fuera de toda duda es que es el más completo, algo que podría resultar sorprendente teniendo en cuenta que la consistencia no era una de las virtudes de la banda.
Una banda encasillada en un género encasillado que podría haber encasillado un disco fabuloso, pero "Dr. Feelgood" trasciende al hair metal o al glam rock o a como quiera llamarse, convirtiéndose en un inmenso trabajo de hard rock de influencia bluesy tamizado por el estilo único e inconfundible de Mötley Crüe. Trallazos llenos de ansiosos riffs y baladones a la altura de los mejores hacen que "Dr. Feelgood" huela a hard rock del bueno por los cuatro costados. Un pelotazo cuyo éxito en ventas no debe tapar su condición de obra maestra. Un álbum que captura a la perfección la esencia de Mötley Crüe, y lo más importante no es eso, es como la captura.
La banda aquí es la misma que iniciaba una alocada carrera en 1981, y llega esta vez a sus más altas cotas creativas e interpretativas, mostrando una madurez salida de la nada como por arte de magia. El bajista Nikki Sixx encontró la inspiración y lo hizo todo bien en "Dr. Feelgood". Sixx es el autor de la letra de los once cortes del álbum, así como de gran parte de la música que se puede escuchar en él, y además se despacha con las líneas de bajo más dinámicas de toda su carrera. El baterista Tommy Lee está inmenso en el álbum, lleno de un feroz sentido del ritmo, perfecto compañero para el bajo de Sixx, fabuloso dúo rítmico.
Algunos de los mejores trabajos de guitarra de la carrera de Mick Mars están en "Dr. Feelgood". Riffs asesinos llenos de fuerza y solos inolvidables en la mayor parte de los temas del disco. Un inmenso Vince Neil, destilando la que probablemente sea la mejor interpretación vocal de su vida, completa un cuarteto que en gran medida ayudado por Bob Rock consigue sacar lo mejor de si mismo, y eso ya era mucho.
"T.n.T. (Terror 'n Tinseltown)" abre el álbum en modo intro, anticipando lo que va a ser "Dr. Feelgood", un tema plagado de inmensos riffs cortesía de Mars y de letras curiosamente antidrogas. La demoledora batería de Tommy Lee y la demoníaca voz de Mick Mars al final del tema contribuyen a consolidar uno de los mejores cortes del hard rock de su época.
La gran influencia bluesy de "Slice Of Your Pie" envuelve una psicodélica intro y un sentido tributo a los Beatles en un tema a cuyos arreglos y coros colaboró un Steven Tyler que se encontraba grabando "Pump" en el estudio de al lado. La intro es suya. Después un "Rattlesnake Shake" lleno de elementos glam y funk, con una excelente sección de vientos y con un excelente piano honky tonk de John Webster. Vince Neil está en plena forma y se nota, y especial atención merece la fabulosa rotura de bajo de Nikki Sixx.
"Kickstart My Heart" es todo un himno salido literalmente del corazón de Nikki Sixx. Un tema brutal cargado de adrenalina, de riff inmenso, puente estratosférico e incluso un colosal solo de Tommy Lee. Un trallazo directo a la cabeza, uno de los mejores temas de la carrera de Mötley Crüe.
A continuación "Without You", una fantástica balada profunda y sentimental llena de clase y estilo con la relación de Tommy Lee y Heather Locklear como telón de fondo. De nuevo la complejidad de las relaciones de pareja se aborda, esta vez en el inmenso "Same Ol' Situation (S.O.S.)". Grandes riffs, pegadizo estribillo y brutal línea de bajo para uno de los cortes más populares del álbum. Jack Blades, bajista de Night Ranger, colabora en los coros.
"Sticky Sweet" es una excelente interpretación muy en línea del "Cherry Pie" de Warrant y nada más y nada menos que con Bryan Adams y Steven Tyler en los coros, mientras que "She Goes Down" es un temazo a menudo sacrificado cuando de descartar algo de "Dr. Feelgood" se trata, pero presenta todos los elementos que hacen grande el disco, entre ellos que Robin Zander y Rick Nielsen, vocalista y guitarrista de Cheap Trick respectivamente, presten su voz a los coros.
"Don't Go Away Mad (Just Go Away)" es un poderoso trallazo de adictivo estribillo e inmensa coda. Un tema que sólo parece serio hasta que llega el estribillo y que es una de las mejores composiciones de la carrera de la banda. "Time For Change" es el cierre perfecto para un gran álbum. Letras relevantes y la banda al completo y Sebastian Bach cantando el estribillo en modo coro en una certera balada sobre la vida de Nikki Sixx.
"Dr. Feelgood" fue un esfuerzo muy dinámico que colocó a Mötley Crüe a la cabeza del hard rock de la década de los 80, elevándose a otro nivel, algo a lo que colaboró sustancialmente la MTV. Sea como fuera "Dr. Feelgood" es un tremendo álbum de rock si abandonamos etiquetas y encasillamientos, y si no los abandonamos pues también.
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