El victorioso regreso de Aerosmith en 1987 con el "Permanent Vacation" y todo lo que le siguió, dejó para la historia un puñado de discos excelentes y otro de álbumes que no lo fueron tanto, pero dejó también un cierto tufo de una banda que buscaba de manera descarada el éxito en base a productores de renombre, escritores profesionales y una cierta tendencia a la balada insulsa que culminaría con el "Just Push Play" de 2001.
En "Honkin' On Bobo" la banda recupera a su viejo productor, Jack Douglas, parte activa en sus éxitos de los 70, y junto a Marti Frederiksen, colaborador asiduo de la última etapa, recuperan su magia del mejor de los modos posible. Un álbum en el que el blues es triturado por esa apisonadora del rock que son Aerosmith en plena forma.
"Honkin' On Bobo" fue un primer paso de Aerosmith para recuperar la credibilidad perdida con sus últimos fiascos, recuperando en cierto modo el aroma setentero que todos ansiábamos escuchar. Aerosmith arriesgó y ganó recuperando temas clásicos del blues de aquellos maestros que les inspiraron y que fueron temprana influencia en la banda ya desde sus inicios en los 70.
Unas influencias que, a pesar de estar fuertemente ancladas en el blues, beben más de la revisión que de ellas hicieron las bandas de la Invasión Británica en los 60, y es esa tradición la que se advierte en el sonido de Aersomith, desde el profundo respeto a los pioneros.
Podría parecer, atendiendo a los prejuicios, que Aerosmith había lanzado un álbum predecible, revisando viejos estándares del blues, pero la realidad es que la banda los lleva a perspectivas absolutamente nuevas, otorgándoles otra dimensión y un atractivo impagable. El tradicional blues desde una perspectiva de rock and roll que pocas bandas pueden hacer de la manera en la que lo hizo Aerosmith.
Las guitarras de Joe Perry y Brad Whitford, de amplia gama y ligeramente distorsionadas, rinden a un nivel magnífico, con arreglos llenos de fuerza que dotan de gran energía a los viejos temas, complementándose con un Steven Tyler en modo dios en las voces y en modo maestro del blues con la armónica. Descarado de manera gozosa a lo largo de todo el álbum. Tom Hamilton y Joey Kramer bordan un soporte rítmico complicado ante la fuerza y la velocidad de las nuevas versiones.
"Road Runner", el clásico de Bo Diddley, abre "Honkin' On Bobo" como un auténtico trallazo de rock en base a un riff lleno de furia, sentando las bases para lo que va a ser el álbum, para escuchar a continuación el "Shame Shame Shame" inmortalizado por Smiley Lewis, dejando un excelente trabajo de Tyler y Perry en el que destaca por encima de todo el piano de Johnny Johnson, la mano izquierda de Chuck Berry.
La autenticidad y energía del "Eyesight To The Blind" de Sonny Boy Williamson permite apreciar que "Honkin' On Bobo" es un auténtico proyecto de blues. Descomunal Tyler con la armónica antes del "Baby, Please Don't Go", revisión del temazo de Big Joe Williams, uno de los momentos culminantes del álbum merced a la inmensa habilidad de Aerosmith para convertir un viejo blues en un trallazo de hard rock. Impresionante el ritmo de tren que mantiene Joey Kramer a lo largo de todo el tema.
"Never Loved A Girl", revisión del "I Never Loved A Man (The Way I Love You)" de Ronnie Shannon que popularizó Aretha Franklin, se llena de emoción, clase, y consigue sonar como un tema original de Aerosmith, con un Tyler soberbio. Después el "Back Back Train" de Mississippi Fred McDowell es absolutamente atmosférico, profundo y oscuro, con un sorprendente Perry en las voces y con la inquietante Tracy Bonham añadiendo la emoción necesaria.
"You Gotta Move" de Fred McDowell adquiere una vertiente dura en manos de Aerosmith, completamente pegadiza, hasta que llega "The Grind", el único tema original de Aerosmith en "Honkin' On Bobo", y realmente es bueno, muy bueno, de lo mejor que han hecho estos tipos en los últimos años. Formato blues de inicio que se torna en balada pero sin evitar la crudeza y la dureza.
El "I'm Ready" de Willie Dixon inmortalizado por Muddy Waters muestra una fantástica interacción entre los miembros de la banda y "Temperature", otro clásico blues, tiene autenticidad y solidez, sobre todo si se tiene en cuenta que el piano es de nuevo el de Johnnie Johnson y de que Tyler vuelve a quitar el hipo con su armónica.
El "Stop Messin' Around" de Fleetwood Mac es llevado de manera asombrosa por la banda a su terreno, con un Joe Perry explosivo tanto en la voz principal como en el trabajo de guitarras junto a Brad Whitford, para cerrar el álbum con la tradición de "Jesus Is On The Main Line", arriesgando y mostrando la profundidad del talento de la banda, con una de nuevo excepcional Tracy Bonham como apoyo a Steven Tyler para un tema casi rudo y áspero.
El mérito de Aerosmith con "Honkin' On Bobo" es tremendo, sobre todo si se tiene en cuenta que la banda venía de una travesía por el desierto, y sobre todo si se tiene en cuenta que este es el álbum que la banda quería hacer, no el álbum que esperaba su público. Una conjunción astral para uno de los álbumes más puros y honestos que han publicado los de Boston en los últimos 20 años.
Recuerdo que fue muy criticado cuando salió. Lo tengo, pero sólo lo escuché un par de veces. Tendré que retomarlo. "Stop Messin´Round" llevaban ya muchos años tocándola. Tuve la suerte de comprobarlo en directo en Donosti en el 93 y en Zaragoza en el 94. Este tipo de música es la que más a gusto tocan, como se puede comprobar en su brutal "Unplugged" (para mí, el mejor Unplugged que se ha hecho nunca en MTV) en canciones como "Hangman Jury", "Big Ten Inch Record", "Walking The Dog", etc.
ResponderEliminarEn Donosti no perdón, ahí Joe cantó "Walk on down". Sólo en Zaragoza tocaron "Stop Messin´ Round".
EliminarLa verdad que es el primer álbum disfrutable de Aerosmith desde "Get A Grip", al menos en mi opinión. Buena reseña, Blue, azul y triste.
ResponderEliminarUn abrazo.