"Cada vez que encendía la radio del coche siempre sonaba algún tema de Desmond Child, así que contacté con él y le dije: no te preocupes por las guitarras o por la imagen, vamos a escribir algunas canciones". De esta manera Alice Cooper resume el inicio de su fructífero matrimonio musical con Desmond Child cuyo resultado final fue "Trash", el álbum que en 1989 devolvía a Cooper a la cima y de paso le acercaba a las nuevas generaciones de jóvenes ansiosos por descubrir que había en el pasado de su nuevo ídolo.
Desmond Child había coescrito el "I Was Made For Lovin' You" de Kiss en 1979, había contribuido con temas como "Livin' On A Prayer" o "Bad Medicine" al "Slippery When Wet" de 1986 y al "New Jersey" de 1988 respectivamente, ambos de Bon Jovi, ayudado con cortes como "Dude (Looks Like A Lady)" al resurgimiento de Aerosmith con el "Permanent Vacation" de 1987, y coproducido el "Up Your Alley" de Joan Jett en 1988 para el que además contribuyó con temas como "I Hate Myself For Loving You", relanzando además la carrera de Cher. Formar parte del equipo del Padrino del Shock Rock se antojaba cuando menos extraño.
Vincent Furnier lideraba la banda que en 1969 debutaba con "Pretties For You", un álbum publicado por Straight Records, la discográfica de Frank Zappa. Pronto la banda de Furnier se hacía un nombre merced a piezas como "I'm Eighteen" del "Love It To Death" de 1971, "Under My Wheels" del "Killer" también del 71, "School's Out", del disco del mismo nombre de 1972, "No More Mr. Nice Guy" del "Billion Dollar Babies" de 1973 o "Teenage Lament '74" del "Muscle Of Love" del mismo año.
En 1974 Alice Cooper, la banda, desaparecía como tal, y Vincent Furnier adoptaba ese nombre para una carrera en solitario que daba inicio con "Welcome To My Nightmare" en 1975. De este modo comenzaba su colaboración con el productor Bob Ezrin y con músicos como los guitarristas Steve Hunter y Dick Wagner, ambos asiduos colaboradores de Lou Reed. "Alice Cooper Goes To Hell" en 1976 y "Lace And Whiskey" en 1977 cerraban aquel exitoso período de Cooper.
"From The Inside" en 1978 y "Flush The Fashion" en 1980 terminaban la década para Cooper. La personal manera de entender el rock de Alice Cooper había servido de algún modo para crear el marco con el que a finales de los 70 se desarrollaba el punk. Aquello contribuyó a revitalizar el sonido y el material de un Cooper que se alejó de los álbumes más exagerados y teatrales de finales de década y se acercó de nuevo a ese rock crudo y desagradable que junto a su gótica puesta en escena le había colocado en lo alto en sus comienzos.
Lo que vino a continuación es considerado por el propio Alice Cooper como un apagón musical, algo que suena exagerado al tener en cuenta que el hasta cierto punto punk y new wave "Special Forces" de 1981, el ambicioso y divertido artefacto post punk "Zipper Catches Skin" de 1982 y el ambiguo "DaDa" de 1983, contienen interesantes detalles musicales, pero que no lo es tanto si se piensa que Cooper se encontraba sumergido por aquel entonces en una tremenda adicción al alcohol.
"DaDa" representaba el final de una etapa para Alice Cooper, quien se retiraba tres años en busca de la ansiada rehabilitación y reaparecía en 1986 con MCA Records y su "Constrictor", un retorno exitoso junto al bajista Kip Winger y el guitarrista Kane Roberts, los tipos que dotaron al sonido de Cooper de un sentimiento heavy al que hasta entonces no se había aproximado. "Raise Your Fist And Yell" en 1987, también con Winger y Roberts, seguía la misma estela que su predecesor, pero ninguno de los dos discos de Cooper conseguía colocarse más allá del puesto 59 en las listas de Billboard.
El contrato de Cooper con MCA Records llegó a su fin y se inició otro con Epic, y en Julio de 1989 se publicaba "Trash", un álbum denostado por los puristas que colocó de nuevo a Alice Cooper en una posición de privilegio en el negocio musical. Resurgimiento o reinvención, sea como fuese Cooper volvía a estar ahí.
Cooper se rodeaba de una banda de reconocida solvencia para afrontar su nuevo y esperanzador proyecto junto a Desmond Child. El guitarrista John McCurry, un tipo que había tocado para Cher, Belinda Carlisle o Steve Taylor, el bajista Hugh McDonald, colaborador de Lita Ford o Cher, el baterista Bobby Chouinard, habitual de Chuck Berry o Ted Nugent, y el teclista Alan St. John, asiduo de Billy Squier, se unían a Alice Cooper en la grabación, y en el caso de McCurry en la composición de los temas que habrían de relanzar la carrera del vocalista.
El trabajo de Child con Cooper, sobre todo en la composición de los temas, fue algo diferente a todo lo que había hecho con anterioridad. Alice Cooper es un auténtico personaje teatral creado por Vincent Fournier, una personalidad que la mayoría de las veces está por encima del propio músico, así que esa música, fuese la que fuese la que se iba a componer, había que prepararla teatralmente. Y a eso se puso Desmond Child, ayudado en las labores compositivas por el propio Cooper, por el guitarrista John McCurry y en algunos temas por invitados de lujo como Joan Jett, Bruce Roberts, Andy Goldmark, Kane Roberts, Diane Warren, Bob Held, Tom Teeley, Mark Frazier, Jamie Sever, Jon Bon Jovi o Richie Sambora.
Child es además el productor de "Trash". Su labor en este sentido es excelente y proporciona al sonido del álbum la limpieza, pureza y nitidez necesarias, con especial atención al sonido de guitarras y sobre todo a las teatrales interpretaciones vocales de Cooper, uno de los principales activos de "Trash". Tal vez se podría haber potenciado algo más el sonido del combo rítmico, con un poquito más de punch, pero en líneas generales el resultado es más que satisfactorio.
"Trash" se aleja sin duda de los trabajos setenteros de Cooper, en busca posiblemente de una comercialidad que le situase en ese escalón privilegiado que ansiaba, pero la comercialidad bien entendida no debe ser algo malo o negativo, y "Trash" es un pedazo de álbum de hard rock melódico que cuenta además con el importante añadido de la voz de Alice, con su impostura, con su teatralidad, con su visceralidad y con su vertiente más cómica.
La personalidad de Cooper siempre está presente en cualquier pedacito de rock en el que se adentre, y en "Trash" su personal shock rock continúa teniendo cabida, encajando perfectamente en el hard rock que se hacía en Estados Unidos a finales de la década de los 80. Producción agradable, riffs limpios, solos orquestados y estribillos pegadizos clásicos de este tipo de artefactos que junto a la personalidad irrenunciable de Cooper y la varita mágica de Child convierten "Trash" en fabuloso álbum.
Cooper y su banda brillan en la interpretación, y además se rodean en muchos de los cortes del álbum de invitados cercanos a Desmond Child que aportan su granito de arena al álbum. Un trabajo que no es metal pesado pero tampoco rock cursi como claman sus detractores, y que no permite olvidar en ningún momento que es un trabajo de Alice Cooper. Oscuro a veces, retorcido la mayoría de ellas, y, aunque comercial, disfrutable en toda su magnitud.
El maestro de himnos sobre la rebelión adolescente de los setenta se sumerge en esta ocasión en el pasional laberinto de su obsesión enferma y retorcida con el sexo y con el amor, y las plasma, ayudado por un equipo de escritores de primer nivel en 10 cortes inspirados musicalmente en ese hard rock melódico que dominaba las listas a finales de los años 80.
"Trash" abre con "Poison", uno de sus mayores éxitos. La demoniaca voz de Cooper, su riff y su estribillo absolutamente pegadizo le convirtieron en éxito inmediato. Siniestra y con una fantástica trabajo de batería justo antes del estribillo..
"Spark In The Dark", tema que cuenta con la guitarra de Guy Mann-Dude, sigue la estelar línea de riffs afilados, solos vertiginosos y estribillos adictivos que la mayor parte del álbum, en la misma línea que "House Of Fire", con Joan Jett en las labores compositivas y Joe Perry proporcionando riffs marca de la casa. Uno de los estribillos más pegadizos de todo el álbum.
"Why Trust You" de nuevo con Guy Mann-Dude aportando guitarra en espera de "Only My Heart Talkin'" el baladón necesario del álbum, ahuyento de puristas y descubrimiento del lado más sensible de Cooper. Steven Tyler en los coros en un grito de amor que suena quejumbroso en la voz de Cooper.
"Bed Of Nails" cuenta con Kane Roberts en las labores compositivas y de guitarra. Mantiene la enfermiza obsesión por el sexo con una intro espeluznante muy en línea Alice Cooper. Oscura al principio, rockera después aunque con un cierto arrullo fantasmal como telón de fondo.
A continuación el acosador enloquecido hambriento de sexo de "This Maniac's In Love With You" de nuevo con Guy Mann-Dude en labores guitarreras dando paso al genial "Trash" con Tom Hamilton en el bajo y Joey Kramer en la batería y Mark Frazier y Jack Johnson en las guitarras y Jon Bon Jovi en los coros. Vulgaridad deliberada para ser saboreada cuyas letras mezquinas evitan que el tema caiga en lo intrascendente, algo parecido a lo que sucede con "Hell Is Living Without You", con Richie Sambora y Steve Lukather aportando riffs, y con la explosión final de "I'm Your Gun" con Kip Winger en los coros.
Y así llegó Alice Cooper hasta "Trash". Un álbum que no puede ser considerado honesto porque el propio Cooper sabía lo que quería y lo busco deliberadamente. Y por supuesto lo encontró de la mano de Desmond Child. Algún purista aburrido de escuchar alguno de aquellos artefactos de finales de los 70 y que aún hoy se niega a escuchar "Trash", debería abrir su mente y comenzar a divertirse con este fabuloso hard rock melódico made in Alice Cooper. No se debe olvidar que el propio Alice Cooper ha comentado que "Trash" es uno de los mejores discos de su carrera. Y un par de añitos después llegaría el no menos bueno "Hey Stoopid".
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