Verdaderamente la historia de Riot, la banda formada en Nueva York en 1975 por el guitarrista Mark Reale ha tenido más contactos con las desgracias de lo que sería deseable. El vocalista Rhett Forrester fallecía en 1994 y su colega Guy Speranza lo hacía en el año 2003, pero es que el propio Reale dejaba este mundo tras una larga enfermedad casi hace ya 3 años. Riot ha sido una de las bandas clave en la escena del metal norteamericano, y su carrera de más de 40 años ha tenido momentos culminantes como el "Narita" de 1979, el "Fire Down Under" de 1981 o el espectacular "Thundersteel" de 1988, probablemente el mejor álbum de su carrera.
La enfermedad de Reale hizo que su participación en "Immortal Soul", el excelente álbum que publicaban en 2011 fuese meramente testimonial. Sin embargo si tuvo mucho que ver en el valor de aquel álbum la aportación del bajista Don Van Stavern, miembro de la banda en la segunda mitad de la década de los 80, básico en el fundamental "Thundersteel" del 88, y que había regresado a su seno en el 2008. La muerte de Mark Reale había dejado la continuidad de una banda como Riot en el alero, pero el guitarrista Mike Flyntz, en Riot desde 1989, quiso hacerlo casi como tributo a su compañero desaparecido, así que tras las necesarias conversaciones familiares la nueva formación se llamaría Riot V, como la quinta encarnación de la banda.
Tras aquella decisión y con un nuevo álbum en el punto de mira, el vocalista Tony Moore era reemplazado por Todd Michael Hall, probablemente el tipo de vocalista que Riot siempre necesitó, y el guitarrista Nick Lee se convertía en el reemplazo del fallecido Reale. El bajista Don Van Starvern y el baterista Frank Gilchriest, en Riot en los comienzos del siglo XXI, acompañaban al guitarrista Mike Flyntz en este renovado e ilusionante proyecto de Riot V, al menos para los integrantes de la banda, porque público y crítica no tenían puestas demasiadas esperanzas en su nuevo artefacto, error de bulto cuando un tipo como Van Stavern está a los mandos compositivos de cualquier proyecto.
"Unleash The Fire" ofrece un descomunal sonido tormentoso y afilado en el que destacan de manera fantástica las combinaciones entre los arpegios neo clásicos y demoledoras progresiones de acordes de power metal que dejan el suficiente espacio a los vericuetos vocales. Un álbum que lógicamente se ha llenado de tributos a Mark Reale incluyendo el bonus track, una versión en directo del magnífico "Thundersteel" con el guitarrista al aparato. El alma y el corazón de Reale están presentes a lo largo y ancho de un álbum que ofrece sin paliativos el poder y la energía de "Thundersteel", de "The Privilege of Power" y del más reciente "Inmortal Soul".Sabrosas melodías del metal de la vieja escuela de las que realmente Mark Reale se sentiría orgulloso.
Sonido que combina elementos de su primera época de metal hard rock entre finales de los setenta y comienzos de los ochenta con la potencia y la energía de su mejor heavy power metal de finales de los ochenta. El componente lírico del álbum no baja la guardia y se antoja también de calidad, manteniendo un pie en la nostalgia ochentera del mejor heavy metal. Un disco que con una máquina del tiempo nos colocaría inmediatamente después del inmortal "Thundersteel" de 1988 al mantener niveles semejantes de producción, sonido y contenido.
El vocalista Todd Michael Hall es sin duda una de las sorpresas más agradables del álbum. Él no es Tony Moore, pero su interpretación vocal de altísimas y poderosas voces ha tratado de mantener vivo el espíritu de un emblema del metal como Riot, y realmente lo ha conseguido mediante una voz idónea tanto para el power metal como para los trallazos más demoledores. Su participación es importante, pero realmente es la imaginación y el dinamismo de las guitarras de Myke Flyntz y del recién llegado Nick Lee, cuyo profesor de guitarra era el propio Flyntz, las que covierten a "Unleash The Fire" en un álbum ganador. Un sonido de guitarra que se ha mantenido fiel al legado de Mark Reale con riffs y solos absolutamente deudores de su figura. La aportación del combo rítmico formado por Don Van Starvern y el baterista Frank Gilchriest, un tipo que ha aportado toneladas de tensión, consigue dominar y encauzar las voces y riffs de sus compañeros manteniendo siempre los ritmos más demoledores.
"Ride Hard Live Free" abre "Unleash The Fire" empapado de deliciosas refrencias al metal de los 80 a través de guitarras clásicas impulsando un verdadero himno de power metal. Después "Metal Warrior" consigue domesticar furiosos elementos de thrash metal con transiciones casi dulces hasta convertirse en un devastador pelotazo de metal clásico, y "Fall From the Sky" aparece como un trallazo sucio y demoledor, un temazo perfecto de metal deudor de aquel "On Wings of Eagles" del inmenso "Thundersteel", un corte rápido, agresivo y épico que romperá muchos cuellos.
"Bring the Hammer Down" continua la labor de demolición de manera semejante a como lo hace "Unleash the Fire", el tema que da título al álbum. "Land of the Rising Sun" podría parecer ridículamente cursi, pero el resultado final es un corte tremendamente pegadizo y "Kill to Survive" es un medio tiempo rockero al que sucede un poderosísimo "Return of the Outlaw". un tema que contiene uno de los mejores solos de todo el álbum.
"Immortal" es un panegírico tal vez demasiado sensible a la figura de Mark Reale tras el que "Take Me Back" es otro medio tiempo rockero, en esta ocasión con un fuerte y delicioso aroma a los primeros Scorpions que deja paso a un trallazo formato himno como "Fight Fight Fight" antes de la llegada de "Until We Meet Again", el corte que cierra "Unleash The Fire" como la referencia más evidente a la desaparición de Mark Reale, esta vez en formato balada melodramática.
Riot V ha conseguido con "Unleash The Fire" mantener el sonido clásico de una de las bandas clave en la historia del metal, y ha conseguido de paso crear una fantástica continuación para su anterior "Immortal Soul". Un gran álbum que hace honor a su legado y que debería permitir que Riot V continuase editando álbumes y llenando locales de todo el mundo para difundir su música, una música y un sonido que no se han ido a la tumba con Mark Reale. Riot debió haber sido sin duda una de las bandas de metal más legendarias de la historia, pero aberrantes cambios de alineación, errores de promoción y críticas infundadas erradicaron tal posibilidad. Es de justicia colocarles en el lugar que merecen, sobre todo si se marcan álbumes tan buenos como este "Unleash The Fire".
Entrada previamente publicada en ZEPPELIN ROCK SABBATH de @FRAILAS
¿Sabes? Tenían el listón tan alto con cosas como Thundersteel y Narita que a muchos se les olvida que estos tíos aún son grandes. Es cierto que no está Reale, pero que esto no lleve a error: Riot se ha comido a Accept y a Judas en el estudio. ¿No está usted de acuerdo conmigo?
ResponderEliminarPues con más dificultades que otros estos tíos se han marcado un discarraco que seguramente va a estar en mi Top Ten anual. Una gozada escuchar que sin Reale han sido capaces de algo así. Gracias Alex.
EliminarAbrazos desde la cueva.