lunes, 25 de noviembre de 2013

HIGHWAY TO HELL - AC/DC, 1979


Los primeros álbumes de AC/DC, tal es el caso del "High Voltage" de 1976, el "Dirty Deeds Done Dirt Cheap" del mismo año, el "Let There Be Rock" de 1977 o el majestuoso "Powerage" de 1978, se habían convertido en clásicos del rock duro de la década. La banda había cosechado una fama acorde con el poderoso sonido de base blues que destilaban sus discos y con la rabiosa intensidad que ofrecían en sus actuaciones en directo, pero no habían conseguido todavía el gran éxito que les colocase en los altares del rock. Aquello iba a cambiar con la publicación en Agosto de 1979 de "Highway To Hell", el último álbum de Bon Scott al mando de las voces de AC/DC.


Aspecto fundamental a la hora de buscar el por qué de ese éxito fue el cambio en la producción. Harry Vanda y George Young dejaban su puesto a Robert John "Mutt" Lange, e tipo que había producido el "Playin' To Win" de los Outlaws, un artefacto de southern rock alejado del núcleo duro de AC/DC, pero conocedor del mercado americano. En principio iba a ser Eddie Kramer, productor de Jimi Hendrix y de Kiss entre otros, el jefe de todo, pero fue despedido, y de manera aparentemente fortuita apareció Lange, en una decisión probablemente histórica en el devenir de los australianos.


"Highway To Hell" es el álbum perfecto de rock duro de base blues, el sueño de cualquier aficionado a este tipo de música, un inmenso disco de rock en definitiva. Acordes llenos de energía e intensidad, combo rítmico muy próximo a la perfección y voces poderosas que transmiten como pocas. Temas pegadizos y riffs asesinos marca de la casa impregnados de un profundo sentimiento blues con una banda que se encontraba en su máximo esplendor en todos los aspectos

El rango  y las habilidades vocales de Bon Scott son impresionantes en "Highway To Hell" y por si fuera poco el tipo tiene un sentido de la melodía que no está al alcance de muchos. Letrista inteligente y cachondo, lleno de variedad lírica, su papel en su último álbum es fundamental. Esa mezcla entre perdedor de tugurio y símbolo sexual que su imagen ofrecía, se desplaza también hasta su voz, y en "Highway To Hell" brilla como nunca, poniendo su alma y su corazón en cada entrega.


Probablemente sea en "Highway To Hell" donde los hermanos Young, Angus y Malcolm, realizan el mejor trabajo de guitarras de su carrera, una mágica y dual combinación de doce cuerdas para transmitir la crudeza de sus riffs y ese maravilloso zumbido rítmico tan característico. Riffs que arrancan, riffs que destruyen, riffs que acompañan y solos que producen desmayo, obra maestra de los dos guitarristas encargados de la composición de los diez temas que forman "Highway To Hell".

La solidez de la batería de Phil Rudd y la limpieza del bajo de Cliff Williams se solapan de manera asombrosa, convirtiéndose en un demoledor combo rítmico, ofreciendo en "Highway To Hell" una de las más perfectas interpretaciones del dúo, un impresionante metrónomo que de manera constante y demoledora se pega en el cerebro del que escucha. Poco se habla del papel de ambos en este histórico disco, pero su labor no debe pasar desapercibida.


En cuanto a las letras podrían resumirse en las anécdotas, sensaciones e historias que padece una banda de rock en tantas horas de carretera, moteles y escenarios, teniendo en cuenta cuales eran las condiciones en aquella década de los 70. Letras manidas que podrían ser consideradas clichés pero aquí escritas de manera brillante e inteligente, algo que les hizo elevarse por encima del resto gracias a la maestría y habilidad de uno de los mejores vocalistas de la historia del rock.

"Highway to Hell" se convierte en una memorable manera de empezar un álbum, a través de uno de los riffs más reconocibles de la historia del rock. Un tema demoledor y pegadizo tras el que llega para no dar tregua "Girls Got Rhythm" y su rutina sexual llena de riffs de base blues y fantástico estribillo en el que brillan unos coros gloriosos cortesía de Malcolm Young y Cliff Williams, dos tipos cuyo primer vistazo ofrece la errónea impresión de incapacidad para esas labores vocales, una constante a lo largo de todo el álbum.


"Walk All Over You" y el poderoso gruñido de Bon Scott son una muestra de la madurez que había alcanzado la banda en las labores compositivas. Su intro progresiva desemboca en un trallazo en el que destacan riffs veloces y aplastante batería. Solos tremendos de Angus Young y final demoledor para dar paso a "Touch Too Much" y sus letras subidas de tono reforzadas por esbeltas guitarras para un tema lleno de frescura con un Bon Scott en modo dios.

"Beating Around the Bush" ofrece uno de los riffs más nerviosos y veloces del catálogo de AC/DC, acompasado por un sector rítmico de escándalo. Letras marca de la casa antes de la llegada de "Shot Down in Flames" o la demostración de que con un sencillo riff de guitarra se puede fabricar un tema asesino, algo similar a lo que sucede con "Get It Hot" y su breve explosión a través de un riff simple y pegajoso.


A continuación "If You Want Blood (You've Got It)" un tema lleno de crudeza y riffs que casi duelen para dejar paso a "Love Hungry Man", un corte en el que letras, ritmo, rock and roll y blues fabrican un temazo injustamente señalado. El álbum finaliza con "Night Prowler", una pieza en principio oscura y atmosférica, con un increíble solo de blues de Angus Young, acompañando de manera impecable la amenaza vocal de Scott y la tranquilidad rítmica de Malcolm Young. Enigmático final para un tema que no era lo que parecía.

"Highway To Hell" es sin duda un álbum memorable, una obra maestra de la historia del rock en el que se conjugaron todos los elementos necesarios para que así fuera. Sin entrar a analizar que álbum es mejor o cual llena más, el último de Bon Scott debe ocupar un pedestal, no sólo en la carrera de la banda, también como uno de los discos más míticos que una banda de rock ha facturado jamás. Pocos meses después de su publicación Bon Scott dejaría este mundo. Su legado no pudo terminar de mejor manera que con "Highway To Hell", y la historia de su banda se partiría en dos pedazos.


No olvidéis pasar por LA BANDA QUE NUNCA EXISTIÓ para dejar vuestra lista de esa posible mejor banda de la historia del rock, en formato comentario o mediante MD a @BlueMonday1971.

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