En 1956 Willie Mitchell iniciaba en Memphis la historia de los Royal Studios, una casa que desde el principio ponía su punto de mira en el rhythm and blues y en el rock and roll, pero sobre todo en el soul. Por allí pasaron y grabaron músicos de la talla de Chuck Berry, Ike And Tina Turner, Al Green, Rod Stewart o Ann Peebles, entre otros, dejando una colección de álbumes y sencillos difícilmente superable, muchos de ellos para Hi Records, de la que fue sede. En la actualidad es Lawrence "Boo" Mitchell, hijo de Willie, quien manda en los Royal Studios, acogiendo todavía las grabaciones de Buddy Guy o Solomon Burke. Historia viva de la música popular norteamericana que vuelve a estar de actualidad.
Hoy, 58 años después de la apertura de los Royal Studios, el mítico vocalista de Free y Bad Company, ni más ni menos que el señor Paul Rodgers, ha pasado por esa santa casa para grabar su nuevo álbum, un artefacto llamado "The Royal Sessions" para 429 Records, un tributo personal a la música que de allí ha estado saliendo durante casi seis décadas y que le inspiró e impulsó en su brillante carrera. Una cuidadosa selección de clásicos destacables tanto en sonido como en estilo que Rodgers respeta escrupulosamente sin alterarlos demasiado, en un delicioso viaje en el que sin duda Otis Redding es la principal fuente de la que bebe el vocalista.
Tras una década en la que Rodgers probablemente malgastó su talento con Queen, "The Royal Sessions" supone una muy agradable sorpresa en formato soul y rhythm and blues con las dosis adecuadas de blues y gospel. Rodgers ya había acudido al blues con aquel sensacional "Muddy Water Blues: A Tribute to Muddy Waters" de 1993, y como alguna vez he dicho, todo buen rockero debe, de vez en cuando, desintoxicarse en el soul, y Rodgers, uno de los iconos del rock de los 70, lo termina haciendo de manera sensacional en este nuevo álbum. Clásicos de la Stax, de Goldwax o de Hi Records que reciben un merecido y extraordinario tributo del genial vocalista.
Paul Rodgers demuestra en "The Royal Sessions" que su voz no ha perdido ese músculo característico tras cuatro décadas en lo más alto. El tipo está en muy buena forma y mantiene el control, conservando por supuesto su clásica arrogancia rasposa. Rodgers parece querer pagar su deuda con el soul sesentero, el estilo que le inspiró en muchos de sus fraseos en Free o en Bad Company, y en "The Royal Sessions" la liquida definitivamente. Un hombre cuya principal virtud es que canta perfecto cualquiera de los géneros o estilos que se le echen, y en su tributo al soul demuestra una vez más que tamaña afirmación es una verdad como un templo.
Para fabricar su nuevo álbum Rodgers se ha rodeado de veteranos músicos de Memphis que verdaderamente se dejan la piel y algo más en cada nota que interpretan. Aquellos hombres que habían tocado en los originales de Al Green o Ann Peebles muestran pasión, sentimiento y la certeza de que están tocando algunos de los clásicos imperecederos de la historia del soul. Son los supervivientes de la famosa Hi Rhythm Section y han grabado junto a Rodgers en directo utilizando los viejos equipos analógicos de grabación en un afortunado intento de dotar al nuevo artefacto del sonido que tuvieron aquellas míticas composiciones.
El guitarrista Michael Toles, el bajista Leroy Hodges, el organista Charles Hodges, los bateristas James Robertson o Steve Potts, The Royal Singers, The Royal Strings o los Royal Horns, músicos que alguna vez estuvieron tras los éxitos del soul que publicaron Stax, Goldwax o Hi, grabados muchos de ellos en los Royal Studios, acompañan a Paul Rodgers en este sorprendente y maravilloso tributo a la música que hizo nacer en el vocalista británico la necesidad de expresarse cantando. Músicos, muchos de ellos, desconocedores de la figura de Paul Rodgers, al que han descubierto según grababan "The Royal Sessions" y al que han respetado tras comprobar la vocación que siente el británico por los clásicos que ellos ayudaron a grabar.
Abre el álbum "I Thank You", ese tema ardorosamente sensual que Isaak Hayes y David Porter escribieron para Sam & Dave. Conducción de viento a cargo de los Royal Horns para un corte que se mueve sorprendentemente bien a medio camino entre el original de la Stax y la torrida versión de ZZ Top. Rodgers eleva sus voces guturales por encima de la sección rítmica, del inmenso teclado de Charles Hodges y del combo de viento. Después "Down Don't Bother Me", el clásico de Albert King, sale reforzado de nuevo merced a vientos y teclados, esta vez en formato que tira más hacia el blues en el que prima el talento improvisativo del guitarrista Michael Toles, un tipo que tocó para Elvis o para Isaac Hayes.
"I Can't Stand The Rain", un tema difícil para cualquier vocalista, es seguramente una de las mejores, por no decir la mejor, de las rendiciones del álbum. Un tema que se queda grabado en el cerebro incluso después de haberse terminado. Rodgers alza su voz en aquellas notas altas del tema que grabase Ann Peebles en 1973, y lo hace disfrutando en medio del ambiente relajado y suave como la seda que proporciona el tempo jazzy del cover. Luego "I've Been Loving You Too Long (To Stop Now)" es el primero, que no el último, de los tributos de Rodgers a Otis Redding en el álbum. La banda del vocalista de Free, Bad Company o The Firm embellece la disposición del original de la Stax en una muy buena interpretación.
En "That's How Strong My Love Is", el clásico que Roosevelt Jamison escribió para O. V. Wright y que popularizó Otis Redding, la voz de Rodgers fluye con facilidad a través de las letras mientras el órgano de Charles Hodges proporciona las texturas adecuadas. Creo que el tema fue el primero que se grabó del disco, y Rodgers lo clavó en una sola toma, ganándose el respeto de aquellos viejos músicos, muchos de los cuales ni le conocían. Una impresionante interpretación de Rodgers que muestra toda la intensidad romántica de las mejores versiones del tema, respaldada por una exuberante y elegante instrumentación.
"Walk On By", el tema que Burt Bacharach y Hal David compusieron para Dionne Warwick en 1964, podría ser el corte más flojo de este excelente álbum de versiones. La melodía no es la más acertada y sólo se salva merced al trabajo de guitarra de Toles. Continúa el álbum con "Any Ole Way", otro tema de Otis Redding en el que el respeto de Rodgers por el original es casi religioso y con "It's Growing", el tema de Smokey Robinson que también inmortalizó Otis Redding en 1966 y que en esta ocasión se llena de los apasionado giros de Rodgers.
"Born Under A Bad Sign" rinde emocionado tributo al temazo de Albert King. Un soplo de aire fresco con un de nuevo brillante Toles y sus solos de buenísimo gusto, con giros sorprendentes de Rodgers más allá de las letras y la sección de viento potenciando la instrumentación en lugar de dominarla, llegando a "I've Got Dreams To Remember" de Otis Redding, una manera perfecta de cerrar el álbum, con los dulces coros de The Royal Singers dotando de más emoción a historias de gospel y blues del Delta. La voz de Rodgers se alza una vez más por encima de la emotiva sección de vientos, del teclado y de la guitarra.
Ojo a los tres Bonus Tracks de Amazon: "Shake" y "Wondeful World" de Sam Cooke y "Walk In My Shadow", original de Rodgers que recrea a la perfección el soul sureño de la Stax. Esto es "The Royal Sessions", el sorprendente y atinado tributo que Paul Rodgers a querido rendir a los clásicos del soul que le inspiraron en su formación como músico y como vocalista. Poco se va a hablar del artefacto, básicamente por tratarse de un álbum de versiones, pero aquí, en Kids Wanna Rock este pedazo de rendición al clásico soul no podía pasar desapercibida. Discazo para disfrutarlo.
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Con la voz de Paul era dificil qu construyera un mal disco a poco que se lo propusiera. Desde luego no ha fallado sólo peca de faltar un poco más de riesgo en las canciones elegidas
ResponderEliminarA mi me ha parecido un discazo Bernardo, aunque claro está que podía haberse decantado por otras opciones, pero sobre lo que ha escogido lo borda.
EliminarAbrazos.
Su mayor problema suelen ser las producciones, a ver qué tal ha salido este. Por medios no debería ser, desde luego.
ResponderEliminarSaludos!
Pues produce Perry A. Margouleff y el sonido me ha parecido impecable, teniendo en cuenta que grabaron con medios analógicos y en directo.
EliminarAbrazos man.