martes, 26 de marzo de 2013

DIRE STRAITS - Dire Straits, 1978


Algunos problemas personales habían provocado que el guitarrista Mark Knopfler se mudase a casa de su hermano David, otro guitarrista que compartía piso con un bajista llamado John Illsley. Normalmente cuando tres músicos viven juntos lo mínimo que sale de allí son ganas de formar una banda, así que reclutaron al batería Pick Withers, un tipo que ya había tocado con Mark en una banda llamada Brewers Droop.
Algunas demos después la nueva banda firmaba por Phonogram Records en Otoño de 1977.
El punk estaba en lo más alto, y era complicado que un grupo que hacía rock de pub pudiese aspirar a algo en el descarnado negocio de la música. Mark Knopfler y los suyos se atrevieron, y los resultados fueron gloriosos.
En los estudios Basing Street de Londres Dire Straits grabaría su álbum de debut entre Febrero y Marzo de 1978, un trabajo que estaría producido por Muff Winwood, hermano de Steve y bajista del Spencer Davis Group, que ya había producido a los Sparks.
Vertigo, división de Phonogram, lanzó "Dire Straits" para el Reino Unido, pero la recepción inicial no fue la esperada. El posterior lanzamiento del álbum por Warner Bros. para Estados Unidos supuso el despegue definitivo de la carrera de Dire Straits.
Los elementos básicos de Dire Straits, el sonido reconocible a lo largo de toda su carrera, se muestran en su plenitud ya desde su debut. La voz áspera y oscura de Mark Knopfler y su estilo como guitarrista, asociado casi desde el principio al sonido Fender, son protagonistas por derecho propio de "Dire Straits".
Una producción un punto escueta, cruda y honesta, fresca y hasta cierto punto sensual, que musicalmente no contaba con los desarrollos más elaborados de álbumes posteriores y en el que una poderosa mezcla de blues, country, rock y folk, y la magia única de la guitarra de Mark Knopfler recorren las nueve pistas de "Dire Straits", todas ellas dignas de mención. Un sonido que rememora al de aquellos clubes británicos en los que los de Mark Knopfler comenzaron su carrera como músicos.
Dire Straits se las arregla para rendir tributo a sus influencias en un estilo que aún a día de hoy resulta difícil de catalogar, aunque esto, ante la magnitud de la obra, tal vez sea lo menos importante. El delta del Mississippi, los pantanos de Louisiana, los honkytonks de Nashville, J.J. Cale, B.B. King o Steely Dan se mezclan de la mano de Mark Knopfler en un sonido que quedaría definido por su guitarra ya desde el principio.
En "Dire Straits" se encuentra ya una madurez complicada de encontrar en cualquier álbum de debut. La facilidad con la que Knopfler maneja la vida, el amor o la pérdida se fusionan con su habilidad a las seis cuerdas, perfectamente respaldado por supuesto por la sobriedad del bajo de Illsley y los ritmos jazzy de la batería de  Withers.
"Down To The Waterline", el tema que abre "Dire Straits", marca el tono y la pauta que va a seguir el álbum.  Cuando se escucha su conmovedora intro se sabe que se está ante algo grande. Las acertadas notas de la guitarra solista casi sitúan en un paseo nocturno por un muelle atrapado por la niebla. El solo es brutal, uno de los mejores de la carrera de Mark Knopfler, con un control y una técnica perfectos, algo que se convertirá en una constante. "Water Of Love" ofrece el excelente trabajo rítmico de Pick Withers a la batería, sin olvidar las excelencias de Mark Knopfler con su dobro y el magnífico trabajo de guitarra acústica.
El impresionante ambiente honkytonk de "Setting Me Up" aborda un tema rockero de reminiscencias a lo J.J. Cale o Eric Clapton pero con el estilo personal de Mark Knopfler, mientras que "Six Blade Knife" es un pedazo de blues, una de las mejores piezas del disco. Sus solos lentos y humeantes y sus inteligentes letras desbordan sentimiento. "Sothbound Again" es otro tema de rock del mismo estilo que "Setting Me Up", con una gran melodía.
El ritmo pegadizo de "Sultans Of Swing", sus riffs entre versos y su solo, le colocan como el tema más reconocible de la banda. El lamento por la banda marginada por el punk y el disco sirve de excusa para que el rock clásico emerja con fuerza frente a los nuevos movimientos. Puso a Dire Straits en el mapa y les catapultó en Estados Unidos.
"In The Gallery" es un temazo sobre el negocio del arte que rompe en cierta medida la línea del álbum pero en el que las letras y el trabajo de guitarra continúan siendo excelentes, así como "Wild West End" casi se mete de lleno en el country en términos de balada, sin llegar a serlo, en un tema sobre la vida cotidiana. Hermosa y llena de sentimiento.
"Lions" cierra "Dire Straits" de la mejor de las maneras posibles, como acertado medio tiempo rockero.
De este modo apabullante comenzaba la carrera de Dire Straits, una de las bandas más geniales que dio el rock de los 80. A menudo defenestrados o minusvalorados, sin razones contundentes, pero portadores de la gran tradición musical.



2 comentarios:

  1. Aún no es fijo pero puede que este año tenga ocasión de ver a Mark Knopfler en concierto. Me gusta más por sus discos con Dire Straits que en solitario, el primero que publicaron obviamente es importantisimo y atisbaba que serian grandes como así fue.

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    1. Una de las grandes bandas querido Boris. Ojalá puedas ver en acción al genio, seguro que junto a su mezcla de rock, folk, blues y country deja algún hueco para el recuerdo. Y si, este disco es un debut maestro.
      Abrazos.

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