"From the ashes of Kyuss comes the Queens of the Stone Age"
En "...And The Circus Leaves Town", el álbum de despedida de Kyuss publicado en 1995, la banda había mostrado en cierto modo un enfoque diferente al de sus trabajos anteriores. La psicodelia se esfumaba y una cierta suavidad orientada parecía sentar las bases para el nuevo proyecto de Josh Homme, Queens Of The Stone Age. Tras aquella separación Homme se había unido a Screaming Trees como guitarra rítmica, aunque no llegaría a entrar en el estudio. Luego fundaba Gamma Ray, embrión de Queens Of Stone Age y lanzaba "Gamma Ray", un EP de 2 temas en 1996 y "Kyuss/Queens of the Stone Age" en 1997, otro EP esta vez de seis temas.
Una poderosa y atinada mezcla de blues y hard rock setentero había dominado "Blue Garden", el debut que en 1989 y bajo producción de Rick Rubin había publicado Masters Of Reality, la banda liderada por Chris Goss, uno de los padrinos del stoner. Su celestial voz, los melódicos y pesados al mismo tiempo riffs de Tom Harrington, el fabuloso trabajo de batería de Vinnie Ludovico o el bajo bluesy de Googe crearon un fabuloso artefacto que sin embargo pasó completamente desapercibido.
Chris Goss es sin duda alguna el padrino del stoner rock. El tipo ha producido a las bandas más notables del rock desértico, entre ellas Kyuss y Queens Of The Stone Age. Es además guitarrista y vocalista, y en 1981 creó una banda llamada Masters Of Reality.
Un escenario paralelo al de Sunset Strip se desarrollaba en California a mediados de la década de los 80. Al otro lado del humo de los tugurios angelinos se abría paso el desierto californiano. Con Palm Desert como escenario un puñado de bandas se dedicaron a animar multitud de fiestas en las que la maría, el peyote y la cerveza crearon el caldo de cultivo más adecuado para el nacimiento del stoner o rock desértico. Generadores de gasolina para los equipos de los músicos y una mística especial hicieron de estas raves algo absolutamente mítico, y algunos de los grupos que de allí salieron forman hoy parte fundamental de la historia del rock, como es el caso de Kyuss.
Una de aquellas bandas era Masters Of Reality. Formados por Chris Goss en Nueva York, pronto se desplazarían a territorio californiano atraídos por su incipiente escena rockera. El guitarrista Tim Harrington, el bajista Googe, el baterista Vinnie Ludovico y el propio Goss como segunda guitarra y vocalista fueron la primera encarnación de las muchas que tuvo la banda.
En 1988 Masters Of Reality eran una de los primeros grupos en firmar por Def American Recordings, la compañía que Rick Rubin acababa de abrir en Los Angeles. El "Reign In Blood" de Slayer sería el primer álbum en ser lanzado por la discográfica de Rubin.
En Enero de 1989 Masters Of Reality lanzaría su álbum de debut, producido como no podía ser de otra manera por el mismísimo Rick Rubin.
"Masters Of Reality" es una de las joyas ocultas de la década, un tremendo compendio de blues rock pesado de ritmos poderosos con relajadas voces. Un sudoroso sonido a rock de base blues con un inmenso trabajo de guitarra y una batería de quitar el hipo. Claras influencias de Led Zeppelin y Black Sabbath a las que la maestría compositiva de Goss y Harrington dotaron de estilo y personalidad propia, desempolvando un camino que algunas de las bandas americanas de los 70 ya habían abierto. Una embriagadora mezcla de hard rock, metal, psicodelia, folk y blues en la que a pesar de sus ritmos pesados destaca la suave y sublime voz de Chris Goss.
Un álbum asombrosamente diverso que transita con comodidad entre la brutal pesadez del stoner y la suavidad más dulce, sutil o bestial en extremo con un toque progresivo.
El folk de "John Brown", el blues de "Gettin' High" o "The Eyes Of Texas", los trallazos de rock poderoso como "Theme For The Scientist Of The Invisible", "Domino" o "Kill The King" o la pegadiza "The Candy Song" dan contenido a un fabuloso y no muy reconocido trabajo en el que "The Blue Garden", su segundo corte, se convertiría en el título oficioso del álbum debido a su maravillosa portada.
Como siempre es complicado decir si este primer trabajo de los de Chris Goss es el primer álbum de stoner o rock desértico, etiquetar siempre resulta complicado, pero sin duda alguna "Masters Of Reality" es un inmenso disco que recomendamos encarecidamente desde este espacio.