Dos álbumes como "Ted Nugent", su debut en 1975, y "Free-For-All", la continuación en 1976, habían situado todas las miradas del hard rock norteamericano sobre la figura de Ted Nugent, aquel tipo que comenzaba a ser conocido por sus directos, por su agresiva manera de tocar la guitarra, por su imagen salvaje y por sus controvertidos pensamientos políticos. Un par de álbumes de excelente factura a lo que faltaba por unirse el éxito comercial para completar una fabulosa trilogía, lo que llegaría en 1977 con el "Cat Scratch Fever" que iba a colocar a Uncle Ted en la cima.