John Fogerty es un icono de rock americano. Sus composiciones en la Creedence se convirtieron en clásicos atemporales e inolvidables del cancionero popular. Temas puros y simples, frescos y únicos. Pero en 1972 la Creedence llegaba a su fin y Fogerty proseguía un camino en solitario en el que los altibajos a nivel personal le impidieron cuajar discos absolutamente redondos, aún facturando material de increíble calidad como el “Centerfield” de 1985 o el “Blue Moon Swamp” de 1997.
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viernes, 11 de abril de 2014
miércoles, 12 de febrero de 2014
REMISSION - Mastodon, 2002
En el año 2000 una banda llamada Mastodon era formada en Atlanta. Sus miembros no eran unos recién llegados y acumulaban horas de grabación y escenarios a sus espaldas. El baterista Brann Dailor y el guitarrista Bill Kelliher habían tocado juntos en dos bandas neoyorquinas, Lethargy, death metal técnico, y en Today Is The Day, unos tipos que se dedicaban a facturar eso que se dio en llamar noisegrind. Al mismo tiempo el también guitarrista Brent Hinds y el bajista Troy Sanders compartían caravana en Atlanta mientras perdían el tiempo en un grupo llamado Four Hour Fogger. Los cuatro coincidirían en un concierto de los stoner metal High On Fire. La química entre ellos no se hizo esperar y formaban Mastodon con el vocalista Eric Saner.
miércoles, 8 de enero de 2014
LIVE IN MUNICH 1977 - Rainbow, 2006
El 20 de Octubre de 1977, la misma noche en la que se estrellaba el avión en el que viajaban los Lynyrd Skynyrd, Rainbow tomaba el Olympiahalle de Munich para ofrecer uno de los más míticos conciertos de la historia del rock, grabado para el Rockpalast de la televisión alemana. La banda liderada por el genial guitarrista Ritchie Blackmore ya había colocado dos álbumes de estudio en el mercado, el debut "Ritchie Blackmore's Rainbow" en 1975 y el impresionante "Rising" de 1976, y se encontraba en pleno proceso de grabación del excelente "Long Live Rock 'n' Roll" que vería la luz en 1978, así que ya no eran el capricho de un guitarrista despechado, más bien se habían convertido en una de las bandas de hard rock más potentes de la década.
lunes, 4 de noviembre de 2013
INFERNO - Motörhead, 2004
El "Hammered" que Motörhead había publicado en 2002 había supuesto una decepción. Temas ralentizados y una ausencia del clásico instinto asesino de la banda que lógicamente no pasaron desapercibidos. Algo similar sucedió con el "We Are Motörhead" en el 2000 o con el "Snake Bite Love" de 1998, así que la salida y entrada de la banda de Lemmy Kilmister en el nuevo siglo no fue precisamente gloriosa.
viernes, 26 de abril de 2013
SICK - Duff McKagan's Loaded, 2009
Cuando Scott Weiland abandonaba Velvet Revolver en 2008, cada miembro de la banda pudo dedicarse por completo a sus proyectos personales. Fue el caso de Duff McKagan, quien recuperó su aparcada banda Loaded y se marcó uno de los mejores discos del año 2009.
Habían pasado ocho años desde el debut de la banda de McKagan en 2001 con el explosivo "Dark Days", un fantástico trabajo que mostraba mucho del potencial del ex de Guns N' Roses.
viernes, 11 de enero de 2013
BRING 'EM IN - Mando Diao, 2002
Algo sucede en Suecia. Puede que su dominio perfecto del inglés, puede que su proximidad geográfica al Reino Unido, tal vez un desconocido intercambio cultural a partir del siglo VIII o posiblemente un inmenso talento musical y unas dotes para manufacturar rock de quilates en un elevado porcentaje de su población. No lo se, sinceramente, pero Suecia es hoy en día la cantera del rock mundial. Dominan además el panorama en la mayoría de géneros o subgéneros que se pueden asociar a ese ente tan abstracto llamado música rock, y lo hacen con una calidad y una energía que nos hacen recordar los años en los que el rock era algo más que un tipo de música. Hablar del rock en Suecia daría por supuesto para una o varias entradas en este o en cualquier otro espacio dedicado a la música, pero hoy quiero dedicar una pequeña reseña al primer disco de una de las bandas que más han llamado mi atención en los últimos años.
Han pasado más de diez años desde que Mando Diao colocase en el mercado sueco su álbum de debut. "Bring 'Em In", lanzado para el resto del mundo en Agosto de 2003, supuso una refrescante vuelta a los sonidos menos comerciales de la Invasión Británica de la década de los 60. Aquellos sonidos bluesy que bandas como The Pretty Things o The Small Faces se encargaron de endurecer, reviven de manera muy personal en este primer esfuerzo de los suecos, en un acercamiento al garage del que hacía mucho tiempo que no se tenían noticias. En cualquier caso Mando Diao es algo más que una banda de garage. Si, lo dominan a la perfección en algunos de los temas de "Bring 'Em In", pero su sentido del blues y del soul les permiten situarse en un escalafón más elevado de la élite sueca, y por ende en la del resto del globo. Ese matiz añadido cobra aún mayor transcendencia si atendemos al cambio de registro que suponen el protagonismo vocal de Gustaf Noren y Björn Dixgard. Del proto punk más agresivo al soul más caliente con apenas tres minutos de diferencia a lo largo de los doce cortes del disco.
Los doce temas de "Bring 'Em In" cambian de dirección con absoluta celeridad, con la energía y la actitud de unos tipos que además de talento están disfrutando con su debut. De las guitarras sucias y aceleradas de la fenomenal "Sheepdog", "Sweet Ride", por la que vale la pena todo el álbum, "Paralyzed", absolutamente garage sesentero, o "Bring 'Em In" a las inmensas melodías de "Mr. Moon", plena de soul, y "Lauren's Cathedral". La peculiar y adictiva "To China With Love" provoca sensaciones casi olvidadas que se recuperan de golpe en esa lucha dual por lideratos virtuales que representa "The Band".
Las guitarras poseídas de Noren y Dixgard, sus voces crudas y agudas, su combo rítmico lleno de poderío formado por Carl Johan y Samuel Giers o la psicodelia de Daniel Haglund sobre las teclas, proporcionan un disco de debut absolutamente agotador. Fresco y explosivo, plagado de adrenalina, rock verdadero que bebe de la tradición sesentera y de la descarada y provocadora actitud del punk. "Bring 'Em In" no puede ni debe pasar desapercibido. Si, han pasado ya diez años, pero Mando Diao sigue dando el callo, tal vez de manera algo más irregular en los últimos tiempos, pero con trallazos que justifican un disco. Por supuesto volverán a ser protagonistas en el blog.
Por supuesto esta entrada no puede finalizar sin su correspondiente agradecimiento: GRACIAS @EnriqueCezar
Las guitarras poseídas de Noren y Dixgard, sus voces crudas y agudas, su combo rítmico lleno de poderío formado por Carl Johan y Samuel Giers o la psicodelia de Daniel Haglund sobre las teclas, proporcionan un disco de debut absolutamente agotador. Fresco y explosivo, plagado de adrenalina, rock verdadero que bebe de la tradición sesentera y de la descarada y provocadora actitud del punk. "Bring 'Em In" no puede ni debe pasar desapercibido. Si, han pasado ya diez años, pero Mando Diao sigue dando el callo, tal vez de manera algo más irregular en los últimos tiempos, pero con trallazos que justifican un disco. Por supuesto volverán a ser protagonistas en el blog.
Por supuesto esta entrada no puede finalizar sin su correspondiente agradecimiento: GRACIAS @EnriqueCezar
sábado, 22 de diciembre de 2012
BORN A LION - Danko Jones, 2002
Danko Jones llevaba tiempo buscando algo. Creo que todos nosotros llevábamos tiempo buscando algo a mediados de la década de los 90. Algo que se si no se había perdido estaba en vías de extinción en aquellos extraños períodos musicalmente hablando. El tipo cantaba y tocaba la guitarra, así que se juntó con un bajista llamado John Calabrese y el batería Damon Richardson, probablemente en un último y desesperado intento por dar forma a aquello que se estaba perdiendo.
Un par de EPs antes de la llegada del nuevo siglo les dieron a conocer. Su sencilla pero frenética manera de entender el rock and roll parecía situarles en el camino más adecuado para llevar a buen efecto su ansiada búsqueda. En 2001 Danko Jones lanzaba "I'm Alive And On Fire", básicamente la reunificación de aquellos dos EPs, "Danko Jones" y "My Love Is Bold", además de algunas demos y caras B. Aquello y los demoledores directos que el trío se marcaba fueron la excusa perfecta para que Danko Jones se hiciese un hueco entre los no demasiados que facturan rock con pelotas en este nuestro siglo.
Este verano se han cumplido 10 años de la edición del primer LP de Danko Jones. Una década ya desde que Jones, Calabrese y Richardson nos volasen las cabezas con su "Born A Lion". Rock and roll de alto octanaje de reminiscencias blues para las melenas del siglo XXI.
"Born A Lion" no es un trabajo demasiado largo, apenas dura 40 minutos, pero si es suficiente para darte cuenta de lo que tienes entre manos. El olor a AC/DC o a Motörhead es evidente, pero la personalidad de Jones se impone en todo momento, partiendo desde su particular tono de voz. Una guitarra correcta y un combo rítmico de bastante importancia hacen el resto.
La energía cruda y las letras cachondas y peligrosas se alejaban bastante de la cursilería y la ñoñería a la que comenzábamos a acostumbrarnos. Jones compone y escribe todos los temas de "Born A Lion". Musicalmente bebe a gusto de sus influencias cimentando un hard blues rock de potencia, y es en las letras en donde Jones demuestra una especial habilidad. Satíricas, irónicas y jocosas en la mayoría de los casos, divertidas casi siempre y focalizadas la mayoría de las veces en el sexo, el amor y las mujeres. Esto es rock and roll.
Desde la muy bluesy "Play The Blues" a la hilarante "Love Is Unkind" el álbum se mueve por los terrenos del rock lleno de actitud, plasmando en el disco lo que Danko Jones ya habían demostrado en directo. Los pesados riffs de "Papa" y "Lovercall" o el palpitante frenesí de "Get Outta Town" demuestran que Jones ha encontrado el camino. La trepidante "Caramel City" o la acedecediana "Soul On Ice" completan un fabuloso ejercicio de rock duro en el que también destaca la electrizante "World Is Bond".
Han pasado diez años de "Born A Lion" y Danko Jones está plenamente consolidado, no en círculos mayoritarios, es cierto, pero si en aquellos en los que el rock con actitud es algo más que un pasatiempo. "Born A Lion" fue el comienzo de algo que supuso un despertar del letargo al que nos había arrastrado el rock de finales de los 90.
Por cierto, en ninguna lista de lo mejor del 2012 aparece "Rock And Roll Is Black And Blue". Desde KIDS WANNA ROCK lo reivindicamos.
miércoles, 19 de diciembre de 2012
BLACK STONE CHERRY - Black Stone Cherry, 2006
¿En qué estarían pensando cuatro niñatos de Kentucky para marcarse uno de los álbumes de debut más sólidos de los últimos tiempos?. Supongo que en Led Zeppelin, Black Sabbath, Lynyrd Skynyrd o Blackfoot, porque si pensasen en otras cosas hubiese sido absolutamente imposible lanzar este artefacto en el año 2006. Efectivamente "Black Stone Cherry" es un disco impresionante, sobre todo si tenemos en cuenta cuando se ha hecho y como se ha hecho. Una década, la pasada, en la que encontrar nuevas bandas de rock duro de quilates resultaba algo realmente complicado.
Un sonido crudo, pesado, sureño y absolutamente genuino, con unas voces, las de Chris Robertson, una especie de híbrido entre Eddie Vedder y Chris Cornell, desafiantes y temibles. El propio Robertson protagoniza las guitarras del disco junto a Ben Wells, poblando "Black Stone Cherry" de riffs que rememoran los tiempos grandes del género y solos capaces de producir temblores en quien los escuche. Jon Lawhon mantiene el nivel al bajo y John Fred Young, familia de los míticos Kentucky Headhunters, permite vislumbrar en su manera de tocar la batería rasgos que le comparan de alguna manera con ciertos mitos del instrumento. Talento y pasión aunados de la mejor manera posible en un esfuerzo que huele a metal, hard rock y southern rock por los cuatro costados. Si, una maravillosa combinación de hard rock clásico con el tradicional rock sureño que elevasen a los altares bandas como Lynyrd Skynyrd o Blakfoot. Un trabajo maduro, lleno de grandes melodías y excelentes guitarras, acertadamente producido por David Barrick y Richard Young, padre del batería y miembro de los Kentucky Headhunters.
Black Stone Cherry absorbe la esencia de lo mejor del rock sureño de lo 70 y los 80 y le estampa su propio sello.
"Black Stone Cherry" comienza con "Rain Wizard", un tema sobre unos sabios lugareños que invocaban a la lluvia en tiempos de sequía. Agradable y sólida. "Backwoods Gold" relata una historia sobre contrabandistas locales cabalgando entre pesados riffs, estribillos adictivos y fabuloso solo. "Lonely Train" se llena de riffs crujientes que se mecen entre acertadas líneas de bajo y explosivas baterías para narrar de manera un tanto cursi lo que es una guerra para las familias de los soldados. "Maybe Someday" muestra las raíces sureñas de Black Stone Cherry rockeando de manera bastante pegadiza. "When The Weight Comes Down" contiene un acertado solo de sitar eléctrico que da paso a un gran solo de guitarra. "Crosstown Woman" y "Violator Girl" son dos trallazos del mejor rock que disciernen sobre las experiencias con las mujeres de estos cuatro chavales. Rock melódico y sencillo de la mano de la excelente "Hell & High Water" e invitados de la talla de Reese Wynans, teclista de los legendarios Captain Beyond, para tocar el B3 en "Tired Of The Rain", un blues rock que engancha convincentemente, y en "Rollin' On", un buen trallazo rockero de excelente trato guitarrero en riffs y solos. El bajo y el trémolo añadido de "Shooting Star" la convierten en algo más que interesante, sin olvidar su versión del "Shape Of Things" de los Yardbirds, una especie de llamada de atención sobre la posibilidad de hacer moderno y adictivo un tema del año 1966.
Definitivamente "Black Stone Cherry" supuso un soplo de aire fresco, unos tipos que decidieron que su música fluyese de manera natural bajo un forro de talento y pasión. Sus esfuerzos posteriores sólo han dejado algunos momentos de lo demostrado en su debut, pero momentos que hacen que merezca la pena su escucha, por no hablar de un directo potentísimo que te noquea desde la primera nota.
miércoles, 12 de diciembre de 2012
DAN BAIRD AND HOMEMADE SIN - Dan Baird, 2008
En el año 2008 Dan Baird unía su voz y su guitarra a los siguientes elementos: el guitarrista Warner Hodges, de los Jason & And The Scorchers, la salvaje banda de country cañero, el batería Mauro Magellan, de los Georgia Satellites, y el bajista Keith Christopher de los Yayhoos. Con semejante personal dispuesto a grabar un disco el resultado no podía ser más que fabuloso.
Efectivamente ese mismo año estos cuatro monstruos lanzan su "Dan Baird And Homemade Sin", una de las maravillas del rock de la pasada década. En los tiempos de las super producciones, los efectos incomprensibles y demás exageraciones, Baird, Hodges, Magellan y Christopher se juntaron en el salón de su casa, abrieron unas cervezas y se pusieron a tocar. Se marcaron un discazo de catorce gloriosos temas.
Nada nuevo bajo el sol. El rock and roll ya está inventado hace décadas, así que si algo ya existe y es glorioso, para que joderlo. Baird y sus muchachos sólo tocan rock and roll, pero de que manera. Básicamente "Dan Baird And Homemade Sin" es el mismo tipo de historias que Dan Baird llevaba haciendo en los últimos 25 años, con mejores o peores resultados, pero esta vez ha dado de lleno en el clavo. La corta carrera de los Georgia Satellites había sido fascinante, y tras ello, "Love Songs For The Hearing Impaired", el primer disco en solitario de Baird, nos dejó completamente satisfechos. "Buffalo Nickel" y esfuerzos posteriores no eran precisamente trabajos redondos, pero "Put The Hammer Down", de 2006 y con los Yayhoos, ya evidenciaba que Baird estaba de nuevo en forma, así que era natural darle una oportunidad a "Dan Baird And Homemade Sin". No sólo mereció la pena, como ya dije, estamos ante uno de los mejores trabajos de la pasada década.
Baird es un rockero a la antigua usanza, de actitud del tipo Faces y con posos de Berry o Molly Hatchet. Lo de siempre, tías, amores rotos, cuernos y excesos, pero esta vez las letras están muy por encima de la media. Divertidas o trágicas, pero siempre inteligentes, a cargo de ese dúo compositivo que Baird suele formar con Tommy Womack.
Temas como "Damn Thing To Be Done", el primer corte del disco, son los que al escucharlos por primera vez comprendes que estás ante algo grande. Encontramos variedad de estados de ánimo. Baird se pone melancólico en temas como "Crooked Smile" o la maravillosa "Lazy Monday", y nos deja unas letras de quitar el hipo en la gospeliana "Runnin' Outta Time". "Well Enough Alone", de reminiscencias a los Georgia Satellites, regala un serpenteante riff, mientras que "Hellzappopin'" nos traslada directamente a la música de Jerry Lee Lewis. "Two For Tuesday" es una maravilla de tributo a la carretera, a los coches y a Creedence Clearwater Revival. La verdad es que ya he viajado en coche muchas veces con "Dan Baird And Homemade Sin" y es realmente asombroso como encaja este disco.
Me apetecía rescatar este "Dan Baird And Homemade Sin" ahora que "Pure", el jaque mate que Baird se ha marcado junto a los Bluefields está dejándome noqueado, y tras la fabulosa gira con la que nos ha obsequiado. En mayor o menor medida ningún proyecto de Dan Baird defrauda, y el artefacto que se marcó con Homemade Sin realmente no es que no defraudase, es que colma todas las expectativas. Rock and roll con mayúsculas que nadie debe dejar de escuchar, bajo pena de perderse un imprescindible.
jueves, 22 de noviembre de 2012
THE LOST RECORDINGS - Philip Lynott, 2006
Cuando mi amigo Shane, irlandés para más señas, me comentó que tenía un disco para regalarme, jamás imagine que se trataba de "The Lost Recordings", cinco temas inéditos del señor Phil Lynott que Hotpress junto a la discográfica irlandesa Trend editó en el año 2006. Conocedor de mi debilidad por Thin Lizzy, el amigo Shane había dado en el clavo.
Todos asociamos a Phil Lynott con su banda, Thin Lizzy, algo lógico y natural si tenemos en cuenta a quienes crearon clásicos inmortales del rock de la talla de "Jailbreak", "The Rocker", "The Boys Are Back In Town" o "Don't Believe A Word", temas que la mayoría seguimos disfrutando junto a una discografía magnífica. Pero antes de que Phil Lynott formase Thin Lizzy en el año 1969 junto al guitarrista Eric Bell, el teclista Eric Wrixon y el batería Brian Downey, una ola de poesía y música folk invadía los verdes páramos irlandeses, afectando de manera considerable a la escena rockera. Un joven Phil Lynott, en el camino de convertirse en un icono del rock, hizo suyo ese movimiento casi místico y lo llevó a los estudios de grabación. En el año 2006 cinco temas que Lynott grabó entre finales de 1969 y principios de 1970 en los estudios Trend de Dublín, vieron al fin la luz. Es "The Lost Recordings", una auténtica joya en mi opinión.
Variados y diferentes aspectos de la personalidad musical de Phil Lynott quedan reflejados en "The Lost Recordings". El predominio de la guitarra acústica y el a veces intrincado trabajo del piano nos proporcionan primitivas versiones de "The Friendly Ranger At Clontarf Castle", "Saga Of The Ageing Orphan" o "Dublin" editadas las dos primeras en "Thin Lizzy", de 1971, primer trabajo de la banda, y en el EP "New Day", también de 1971, la tercera. Los otros dos temas de "The Lost Recordings", son "Mama And Papa" y "It's Really Worthwhile", hasta ese año 2006 jamás editadas bajo ningún formato.
El guitarrista Eric Bell y el teclista Eric Wrixon participaron en aquellas grabaciones de Dublin, y es posible que el propio Gary Moore también estuviese presente en unos estudios, los de Trend, que contaban con la primera grabadora de ocho pistas que hubo en Irlanda, algo completamente sofisticado para aquellos tiempos.
La crudeza, el gusto y la dulzura que Lynott y Bell demuestran en estos cinco cortes son asombrosos. Muchos ya habréis escuchado estas grabaciones, pero para los que sólo se centraron en un Phil Lynott integrado en Thin Lizzy, resultarán impresionantes.
Gracias Shane, "The Lost Recordings" son ahora mismo uno de mis discos de cabecera.
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