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domingo, 17 de febrero de 2013

ELDORADO - Sala Caracol, Madrid, 15/02/2013


Espectacular concierto el que ofrecieron anoche en la sala Caracol los cuatro integrantes de Eldorado. En un recinto casi lleno y ante un público entregado la banda dejó constancia de ese nivelazo que les ha llevado a situarse como una de las formaciones no ya prometedoras, sino consolidadas del panorama rockero allende nuestras fronteras.
La noche comenzaba con la banda estadounidense Dirty Names, cuatro tipos que causaron una buena impresión a bordo de su rock de reminiscencias a lo Black Crowes y una energía y actitud sobresalientes.
Pero el público había acudido a la Caracol a ver a una de esas bandas llamadas a hacer algo grande, y desde los primeros compases de "Mr. Saturn" una poderosa sensación de apisonadora iba a inundar el escenario.
Una auténtica locomotora que a medida que va desgranando su repertorio alimenta ese sentimiento de perfecto engranaje de demolición. Un set list basado esta noche fundamentalmente en sus binomios "Paranormal radio"/"Antigravity Sound Machine" y "Dorado"/"Golden". "Juegos De Medianoche" y "Like A Lost Child" nos conducen a toda velocidad a "Caída Libre" para deleitarnos con una fabulosa versión del "Somebody To Love" de Jefferson Airplane. "El último Tren", la  personalísima "Atlántico" y la brutal "Another Bright Sunday" nos llevan a un Jesús Trujillo abandonado a su suerte en el escenario de la mano de su acústica de doce cuerdas para obsequiarnos con "Blue Jay Wings".
La traca final se desarrolla a bordo de "Space Mambo", "Paranormal Circus", "Kassandra" y "I Don't Need No Doctor", antes de que el esperado bis nos regale "Reactor" y la ya mítica "La Casa De Las 7 Chimeneas".
Talento y actitud de la mano en un momento en el que si es complicado encontrarlos por separado, no digamos en conjunto.
Aplastante es el combo rítmico que forman Javier Planelles a las baquetas y César Sánchez al bajo. Se me ocurrió definir a Planelles como el hijo bastardo de John Bonham, y ayer confirmé que me quedé corto. Su dominio del ritmo es inmneso. Pegada y control no es algo fácil y Javier aúna ambas y fundamentales características.En un momento del concierto incluso me pareció vislumbrar al mismísimo Ian Paice deleitándonos en el solo de "The Mule".
Lo de César Sánchez es para nota. Desde su atalaya de jefe controla todos y cada uno de los movimientos de su gente, plenamente integrado además a través de un instrumento que mientras marca la pauta se convierte en perfecta guitarra rítmica cuando no en la solista, atreviéndose incluso con el pedal y la distorsión.
Planelles y Sánchez, juntos aplastan, individualmente asombran.
Andrés Duende y su guitarra volvieron a hacer honores al apellido del gaditano. Sólido como una roca, perfecto conductor de riffs duros, arenosos o psicodélicos, lleno de actitud y poder eléctrico, disfrutando de una manera tremenda de su trabajo, gozando al tiempo que ve como sus afilados riffs hacen mella en el público.
Y Jesús Trujillo. Trujillo magnifica la definición de frontman. Un poderío vocal incuestionable y puesto fuera de toda duda en el concierto madrileño. Dulce o áspero en consonancia al momento y lleno de energía. Transmite y se nota. Si además se engancha a la pandereta, a las maracas o de manera genial a las teclas, es puro espectáculo de rock and roll.
Dos hora de puro rock en ese formato que ha hecho grande a Eldorado, ya sea en español o en su versión más internacional. Un disfrute para los sentidos que tendrá su continuidad a lo largo de toda la gira.
Muy destacable además la accesibilidad de unos músicos que llenos de talento mantienen los pies en tierra firme.

martes, 5 de febrero de 2013

ANTIGRAVITY SOUND MACHINE - Eldorado, 2012


Nada, absolutamente nada, podía hacer suponer a los cuatro tipos que en el año 2007 formaban Eldorado en Madrid, que una vez finalizado el año 2012 iban a convertirse en una de las bandas más potentes del panorama rockero internacional. Y si, digo bien, internacional, porque tras sus dos últimos esfuerzos en inglés se han ganado el beneplácito de crítica y público más allá de nuestras fronteras, donde no demasiados apreciamos o conocemos aún su impresionante trabajo, un trabajo que cuenta con el inmenso mérito de haberse auto financiado.
"Antigravity Sound Machine" mantiene la línea del viejo y clásico rock duro sin olvidarse de las melodías y por supuesto con un característico toque de blues. Un sonido denso y en ocasiones arenoso en el que tienen cabida las armonías fuertes y el poderío vocal. 
Su primer trabajo "En busca del Dorado" había sido grabado íntegramente en español. Para el segundo, "Golden", Richard Chycki les convenció de la necesidad de grabar en inglés y Eldorado sacó una versión para cada idioma. De este modo dieron un salto de gigante que han culminado con el lanzamiento de "Antigravity Sound Machine", álbum gestado tras el espectacular "Paranormal Radio", versión inicial en castellano de esta dupla bestial. La banda ha madurado y se convierte sin duda en uno de los pesos pesados del rock actual.
El álbum se grabó en Toronto en Marzo de 2012, y su producción no deja lugar a la duda. Richard Chycki, productor entre otros para Rush y Aerosmith ha quedado atrapado por el sonido de Eldorado y les produce de manera brillante este "Antigravity Sound Machine". Una producción que incide en riffs dinámicos y emergentes y conjunto rítmico demoledor, pero sin perturbar el elegante rango vocal de su cantante, pieza clave en el resultado final del álbum. 
La deliciosa voz de Jesús Trujillo, el gran constructor de riffs Andrés Duende, sustituto de Nano Paramio, las trabajadísimas líneas de bajo de César Sánchez o la batería del hijo bastardo de John Bonham, Javier Planelles, aúnan el suficiente talento como para marcarse el que considero uno de los mejores trallazos de rock que nos dejó el año 2012. Y repito, no estoy hablando a nivel nacional. 
Las fuentes de las que bebe Eldorado están bastante claras. Led Zeppelin, Deep Purple, Free, Bad Company y elementos psicodélicos y stoner que no representan inconveniente para que estos tíos sean capaces de construir un sonido propio. ¿Quién no tiene elementos de inspiración?. El mérito estriba en conseguir tener identidad propia, un sonido característico, y por supuesto la banda lo logra sobradamente.
Comienza "Antigravity Sound Machine" con un temazo llamado "Maybe Forever", un corte que prepara del mejor modo posible para el resto del disco. La línea de bajo introductoria de César Sánchez, el verdadero hilo conductor del álbum, es una gozada. "Mr. Saturn" nos acerca al blues rock de la década de los 70 a base esta vez de riffs pesados cortesía del señor Andrés Duende, haciendo honor a su apellido. "Like A Lost Child" recupera el viejo Hammond de reminiscencias bluesy al estilo Jon Lord y se marca un temazo a medio camino entre la improvisación de una jam y las excelencias de un corte perfectamente estructurado en el estudio. Brillante estribillo. "Another Bright Sunday" transcurre por los desérticos territorios del stoner envuelta por arenosos riffs y lo mismo podemos decir de "Searching For Light". De nuevo en "A Farewell To November" se envuelve en una atmósfera de teclados setenteros con un impresionante Jesús Trujillo, demostrando una vez más su capacidad vocal. "Background Radiation" es una especie de resumen del álbum, la mezcla de todos esos elementos que hicieron grandes a muchas de las bandas de los 70, grupos que supieron hacer del riff y del combo rítmico lo más importante de un tema. "Space Mambo" presenta una ruptura brillante de Andrés Duende con su guitarra funky y un de nuevo excelente Trujillo. "Hassandra" baja un poco el ritmo y se mantiene aún en esa línea setentera. "Paranormal Circus" recupera de nuevo la dureza necesaria para un temazo de este estilo. "Lady Of The Mountain" es una maravillosa composición acústica de elegantes arreglos vocales. Las reminiscencias folk concluyen "Antigravity Sound Machine" de mano de una brillante instrumentación acústica y unas voces ensoñadoras de Trujillo.
Nada hay de mediocre ni de descartable en "Antigravity Sound Machine". Un inmenso álbum que no hace sino confirmar que nos encontramos ante una de las pocas bandas que va a tener algo que decir en el panorama del rock de los próximos años. Un disco crudo y enérgico lleno de momentos evocadores y rock en su máxima expresión.
No está de menos recordar que Eldorado tocarán el 15 de Febrero en la sala Caracol de Madrid. El disco es impresionante, pero en directo...lo mejor es dejarse caer por allí.