The Rollig Stones
Astrodome, Houston, TX, USA 29/10/1981. Tributo a Bobby Keys e Ian McLagan.
1. Under My Thumb
2. When the Whip Comes Down
3. Let's Spend the Night Together
4. Shattered
5. Neighbours
6. Black Limousine
7. Just My Imagination (Running Away with Me)
8. Twenty Flight Rock
9. Let Me Go
10. Time Is on My Side
11. Beast of Burden
12. Waiting on a Friend
13. Let It Bleed
14. You Can't Always Get What You Want
15. Little T&A
16. Tumbling Dice
17. She's So Cold
18. All Down the Line
19. Hang Fire
20. Miss You
21. Start Me Up
22. Honky Tonk Women
23. Brown Sugar
24. Jumpin' Jack Flash
25. (I Can't Get No) Satisfaction
Mick Jagger - Voz y Guitarra Keith Richards - Guitarra y Voz Ronnie Wood - Guitarra Bill Wyman - Bajo Charlie Watts - Batería Ernie Watts - Saxo Mick Taylor - Guitarra Ian Stewart - Piano Ian McLagan - Teclados Bobby Keys - Saxo
The Rolling Stones - Marquee Club, Londres, 26/03/1971
1. Live with Me
2. Dead Flowers
3. I Got the Blues
4. Let It Rock
5. Midnight Rambler
6. (I Can't Get No) Satisfaction
7. Bitch
8. Brown Sugar
9. Bitch
Mick Jagger – Voz
Keith Richards – Guitarra
Mick Taylor – Guitarra
Charlie Watts – Batería
Bill Wyman - Bajo
No olvidéis pasar por LA BANDA QUE NUNCA EXISTIÓ para dejar vuestra lista de esa posible mejor banda de la historia del rock, en formato comentario o mediante MD a @BlueMonday1971.
En Otoño de 1969 los Rolling Stones se encontraban inmersos en su primera gira americana en 3 años. Las cosas habían cambiado, y mucho, desde la última vez que los británicos actuaban en territorio estadounidense. Brian Jones había desaparecido y Mick Taylor ocupaba ahora su puesto, un hecho absolutamente definitivo que junto a la mejora de los equipos propiciaba un cambio en la dirección musical de la banda. Los Rolling Stones dejaban de ser una banda para quinceañeras y su público se convertía en una muchedumbre ávida del rock lleno de actitud de la mejor banda del planeta.
En 1969 los Rolling Stones habían lanzado lo más parecido a una obra maestra que puede lanzar una banda de rock. Efectivamente "Let It Bleed" era casi perfecto, y superar tamaño álbum se antojaba harto complicado. No se si lo superarían, tendiendo en cuenta además que "Let It Bleed" es mi trabajo favorito del grupo, pero lo que se iban a marcar con la publicación de "Sticky Fingers" en Abril de 1971 se iba a convertir en uno de los discos más memorables de la ya de por si memorable formación.
De nuevo con Jimmy Miller en los mandos de producción, los Rolling Stones iban a facturar uno de los considerados mejores álbumes de la historia del rock. Miller ya había producido "Beggars Banquet" en 1968 y "Let It Bleed" en 1969, dos discos imprescindibles que habían servido para iniciar la época dorada de los Rolling Stones. Un matrimonio que sin duda deparó los mejores álbumes de la historia de la banda, tanto para crítica como para público, algo sin duda difícil de conseguir.
De nuevo Mick Taylor formaba parte del grupo, como sucedió en "Let It Bleed" y como sucedería en "Exile On Main St." de 1972. Su participación en la trilogía sagrada de los Rolling Stones se antoja básica, al contar el grupo por primera vez con un guitarrista lleno de clase y talento, aunque eso si, carente totalmente de actitud.
Otro factor muy importante a tener en cuenta es que la inmensa mayoría de los temas se crearon mientras la banda se encontraba inmersa en la gira americana del "Let It Bleed", de cuyas fructíferas sesiones habían salido también algunas de ellas. Los Muscle Shoals Studios de Alabama o el famoso Mobile Studio fueron algunos de los lugares seleccionados para la grabación de estos 10 clásicos del rock.
Por primera vez la banda lanzaba un álbum bajo su propio sello, Rolling Stones Records, tomando el poder y el control sobre su música y sobre sus decisiones. La gran máquina de hacer dinero daba sus primeros pasos, pero al menos lo hacía en formato de colosal obra de arte.
Si en "Let It Bleed" los Rolling Stones habían jugado sabiamente con el blues, el country y el gospel, en "Sticky Fingers" todavía conservaban aquellos elementos pero esta vez tamizados por una mayor dosis de rock auténtico, como se demuestra en los temas que abren cara en el disco e incluso en "Let It Rock", junto a "Bitch" la cara B del single que con "Brown Sugar" como cara A lanzarían en Abril del 71.
"Sticky Fingers" comienza con "Brown Sugar", un tema que despedaza el sexo interracial y la droga barata con el saxo de Bobby Keys añadiendo ese toque lascivo. Un clásico que captura la brutal energía de los Rolling Stones a comienzos de la década de los 70. Un trallazo de rock lleno de alma con ese toque desagradable que sólo Jagger y Richards pueden ofrecer. Por supuesto aborda uno de los temas favoritos de la banda, el sexo, pero esta vez con ese toque tabú que le proporciona el hecho de que el objeto de deseo sea una negra. La anhelante "Sway" sumerge en el agobiante mundo de la depresión, con un inmenso Mick Taylor, amo y señor del slide. Sigue la mítica "Wild Horses", hermosa desde su simplicidad, con un Jagger lleno de pasión. Duele con nostalgia y seduce melancólicamente a través de las 12 cuerdas de la guitarra de un genial Richards.
"Can't You Hear Me Knocking" es una impresionante muestra del virtuosismo de Mick Taylor a las seis cuerdas en un duelo sin final con Keith Richards. El amor de Charlie Watts por el jazz revela la importancia del baterista en este impagable tema de más de siete minutos. Genial la labor de Wyman en la jam final del tema e impagable una vez más el saxo de Keys. "You Gotta Move", de Fred McDowell y Gary Davis, es un homenaje de Richards y Jagger a sus idolatrados maestros del blues.
La trepidante "Bitch" abre la cara B de "Sticky Fingers", con brutal confusión lasciva de Watts, en una línea similar a "Brown Sugar" para la cara A, aunque tal vez sin ese poso que convirtió en inmortal a la segunda. "I Got The Blues", bajo su caparazón de soul y un brutal conjunto de viento revela las esperanzas falsas de un Jagger absolutamente inspirado. "Sister Morphine" hiela la sangre desde ese estado inducido por el consumo de drogas, horrorizando con imágenes austeras.
La inmensa "Dead Flowers" podría ser la mejor pieza de "Sticky Fingers". La vergüenza, el intento de escapar a la adición contados bajo ese prisma country del que tan buen resultado obtienen Jagger y Richards. La melancólica "Moonlight Mile" ofrece un rayo de esperanza con el que cerrar el álbum, de nuevo con sabor a country añejo y excelente slide guitar. Intensa y conmovedora.
Definitivamente "Sticky Fingers" es una losa incendiaria de adrenalina pura y de auténtico rock and roll, por supuesto muy difícil de igualar. Todavía hay quien encuentra sobrevalorados a los Rolling Stones. Seguramente eso se debe a que no ha escuchado como se debe álbumes como "Sticky Fingers". Pero es que un año más tarde saldría "Exile On Main St.".
Vaya por delante que "Let It Bleed" es mi disco de los Rolling Stones, así que esta entrada será deliberadamente subjetiva, a pesar de que objetivamente, es probable que sea su obra maestra y sin duda uno de los mejores álbumes de la historia del rock.
En Febrero de 1969 los Rolling Stones se metían en los Olympic Studios de Londres para iniciar la grabación de "Let It Bleed". La carrera hacia la autodestrucción de Brian Jones era ya algo absolutamente notorio y Jagger y Richards le iban a dar la patada poco después de poner percusión y autoharpa en un par de temas del nuevo LP. Al tiempo John Mayall había recomendado a Mick Taylor, el joven guitarrista de los John Mayall's Bluesbreakers, a Mick Jagger. Tras una primera toma de contacto, Jagger y Richards permitieron a Taylor seguir grabando con ellos, así que su guitarra quedó registrada en tres de los temas grabados en aquellas sesiones de los Olympic Studios. Después Mick Taylor se convertiría en parte fundamental de la historia de la banda. Por supuesto Charlie Watts y Bill Wyman formaban una vez más el combo rítmico. Además Nicky Hopkins realiza un espectacular trabajo al piano en la mayoría de los cortes del álbum.
Aquellas iban a ser unas de las sesiones de grabación más asombrosamente productivas de la historia de los Rolling Stones. Además de las gloriosas nueve pistas de "Let It Bleed" se guardarían para discos posteriores temas inmortales como "Honky Tonk Women", el poderoso sencillo que catapultaría una vez más a la banda, cinco temas del "Exile On Main Street" y "Sister Morphine", reservada para el "Sticky Fingers" de 1971. No es de extrañar por tanto que "Let It Bleed" se convirtiese en la joya que es hoy en día, quintaesencia del poderío compositivo de la dupla Jagger-Richards.
No se puede encontrar un inicio mejor para un álbum que "Gimme Shelter". Los impresionantes coros de Mary Clayton envuelven unas apocalípticas letras mientras una pegajosa guitarra sugiere lo peor y un piano acompaña hasta que el resto de la banda entra para darse de bruces con Jagger. Verdadero duelo entre las guitarras gemelas de Richards y Taylor, de sonido inquietante, misterioso, amenazador e irresistible. Más soul que rock agresivo. En la época de los asesinatos de Martin Luther King y Robert Kennedy, de los disturbios raciales y de la escalada de la guerra de Vietnam, "Gimme Shelter" resume el sentimiento de miedo y temor que atenazó al mundo occidental. Inmenso. El blues eléctrico cobra cuerpo de la mano del cover del "Love In Vain" de Robert Johnson, mientras que "Honky Tonk Women" reaparece esta vez de manera rústica y genial en "Country Honk". "Live With Me" se convierte en un fabuloso trallazo de funk rock, al modo de los Rolling Stones. A continuación uno de los mejores temas que jamás compusieron Richards y Jagger. "Let It Bleed", aquella comparación inherente al "Let It Be" de los Beatles. "Midnight Rambler" abre la cara B como uno de los temas más hipnóticos de la banda, aludiendo directamente a un Jack el Destripador absolutamente sádico que deambula sin control por las calles. En la época de los Byrds y de la amistad de Richards con Gram Parsons era lógica la dirección country blues que adquirieron éste y muchos de los temas de "Let It Bleed". "You Got The Silver" presenta la voz empapada en whiskey de un sublime Keith Richards y "Monkey Man", banda sonora de "Goodfellas" de Martin Scorsese, se aleja del prototípico tema del grupo en este proceso empapado de drogas. "You Can't Always Get What You Want", cara B del "Honky Tonk Women", se convierte en un impresionante final en el que Al Kooper se sale literalmente a bordo de su trompa. La doble lectura del estribillo se asegura de que la banda continúe siendo la misma de aquellos chicos malos del "Sympathy For The Devil", a bordo de una preciosa melodía. Una especie de respuesta a "The End" de los Beatles a bordo de doble filo de experiencia contracultural. En cierto modo fue también un final para los Rolling Stones, al menos el adiós a Abkco.
Jagger en plena forma, Richards y Taylor destilando la esencia de la guitarra de blues, Watts y Wyman realizando un soberbio trabajo y la incorporación de Hopkins y Bobby Keys confluyen en la generación de una auténtica obra maestra de la historia del rock. Junto a "Sticky Fingers" y "Exile On Main Street" la trilogía sagrada de los Rolling Stones, su biblia, su quintaesencia. Pocos álbumes pueden superar la delicada destilación del blues, del soul, del country, del funk y del rock como lo hace "Let It Bleed". Obligatorio.