El guitarrista "Fast" Eddie Clarke abandonaba Motörhead durante la segunda gira estadounidense que la banda había emprendido en 1982, básicamente mosqueado por aquel EP que habían grabado con Wendy O. Williams. Para terminar el tour Lemmy Kilmister se hacía con los servicios de Brian Robertson, exactamente el mismo tipo que lo había bordado con Thin Lizzy. Tras el regreso a casa y con Robertson en sus filas Motörhead grababa "Another Perfect Day", artefacto publicado en 1983 y que tenía como aspecto más positivo la continuidad de la banda, algo no asegurado tras la salida de Clarke.