Sebastian Bach es ese tipo que cuando pasa delante de un espejo siempre siente la imperiosa necesidad de masturbarse. Si, Sebastián se gusta muchísimo a si mismo, y a nosotros también nos gustaba en exceso cuando era el impresionante vocalista de Skid Row, aquella descomunal banda en la que junto a Bolan y Sabo nos voló las cabezas en la confluencia de las décadas de los 80 y de los 90.