Black Sabbath - Olympia Theater, Paris, 20/12/1970
1. Paranoid
2. Hand of Doom
3. Rat Salad
4. Iron Man
5. Black Sabbath
6. N.I.B.
7. Behind the Wall of Sleep
8. War Pigs
9. Fairies Wear Boots
Ozzy Osbourne - Voz
Tony Iommi - Guitarra
Geezer Butler – Bajo
Bill Ward – Batería
No olvidéis pasar por LA BANDA QUE NUNCA EXISTIÓ para dejar vuestra lista de esa posible mejor banda de la historia del rock, en formato comentario o mediante MD a @BlueMonday1971.
"Technical Ecstasy", artefacto de 1976, y su continuación de 1978, "Never Say Die!", no habían dejado en muy buen lugar a Black Sabbath. Además las tensiones en el seno de la banda estaban creando un desagradable caldo de cultivo que de no atajarse a tiempo podía desembocar en la desaparición de uno de los emblemas del rock de los 70.
Han pasado 35 años desde que la formación original de Black Sabbath lanzara su último artefacto de estudio hasta la fecha, el inconcluso e inclasificable "Never Say Die!". Transcurrieron 15 años desde aquel "Reunion" en el que la banda plasmó una serie de esporádicos conciertos hasta que Dio sustituyó a Ozzy Osbourne. Hace ya 10 años desde que aquella mítica formación original anunció nuevo material de estudio.
Con esos datos, reunir a las tres cuartas partes de los Black Sabbath de los 70 y lanzar un nuevo álbum, "13", el decimonoveno de estudio, se antojaba cuando menos ambicioso.
A fuerza de ser sinceros, el resultado es absolutamente sorprendente, y no en sentido peyorativo, porque las expectativas eran al menos preocupantes, y la verdad es que "13", el nuevo trabajo de Black Sabbath, es un pedazo de álbum.
Apenas un año transcurría entre "Black Sabbath", el primer álbum de la banda británica, y "Paranoid", su segundo trabajo."Black Sabbath" había sido un álbum de debut absolutamente glorioso, un esfuerzo que había sembrado el germen del heavy metal, pero en "Paranoid" se observan una serie de diferencias sustanciales capaces hoy en día de explicar por si mismas la historia del heavy metal.
Los poderosos e indomables riffs de "Black Sabbath" continúan siéndolo en "Paranoid", pero ahora más elaborados y refinados, dejando para la historia un puñado de clásicos magistrales. Un alucinante viaje de riffs estratosféricos, baterías poderosas y líneas de bajo demoledoras, plagado de letras sombrías y oscuras, irónicas y de humor negro en muchos de los casos. Su asombrosa producción, a cargo de Rodger Bain, nos traslada en décimas de segundo de la calma desértica a la mayor de las tormentas.
Evidentemente se puede considerar "Black Sabbath" como un álbum de heavy metal, pero es en "Paranoid" donde Black Sabbath define por completo su sonido, recortando los elementos de blues rock y perfeccionando de manera contundente esos riffs marca de la casa. Iommi probablemente suena aquí como nunca lo ha hecho y Ozzy integra de manera impecable su personalísima voz en la trama del álbum, pero sin duda la sección rítmica es la clave de "Paranoid", con Geezer Butler y Bill Ward aumentando progresivamente su endemoniado ritmo de manera estratégica, pavonando este inmenso conglomerado de ilustración metal.
"Paranoid" comienza de la mejor manera posible. "War Pigs" es uno de los paradigmas del heavy metal, de estructura clásica de bajos y altos encadenados. Resulta pegajosa, firme y cohesiva en forma de alegato anti militar. "Paranoid" es uno de los clásicos más reconocibles de la banda, compuesta a última hora, con ese riff tan sugestivo y adictivo, aderezado con un ritmo absolutamente contundente. Black Sabbath se sirve de la experimentación para salirse de la línea maestra trazada en "Paranoid" en "Planet Caravan", una extraña y adictiva mezcla donde las acuáticas guitarras de Iommi, melódicas y maduras, se mezclan con hipnóticos bongos mientras una gloriosa línea de bajo de Butler nos traslada a remotos parajes. La brutal "Iron Man" es poseedora de uno de lo riffs más abrasadores y reconocibles de todos los tiempos. Su demoledor inicio de batería, sus robóticas voces, el eco y su magistral solo, la colocan no sólo en los altares del heavy metal, también por derecho propio en los del rock. "Electric Funeral" se llena de maravillosa lírica y lentos y asombrosos riffs en un políticamente incorrecto metal de ciencia ficción. "Hand Of Doom" se sirve del abuso de las drogas para trasladarnos en un mar de riffs casi dulces a los estribillos que romperán luego en tempestad, guiados por un trabajo de bajo de altura. "Rat Salad" es el tema instrumental de "Paranoid", lleno de potencia y protagonismo de Bill Ward, incluso con un asombroso solo de batería, algo muy difícil de escuchar en un álbum de estudio. ¿Por qué no se incluye a Ward en las listas de mejores bateristas de todos los tiempos?. "Paranoid" termina con el humor gótico de "Fairies Wear Boots", un nuevo alegato sobre el abuso de drogas.
"Paranoid" es sin duda un álbum que ha envejecido tan bien que se puede decir incluso que no ha envejecido. Un trabajo clave en la historia del heavy metal y por supuesto en la del rock. "Black Sabbath" dio el pistoletazo de salida y "Master Of Reality" es asombroso, pero la importancia histórica de "Paranoid" es innegable, así como la calidad de los temas y su sonido general. Sin "Black Sabbath" y sobre todo sin "Paranoid", es posible que el heavy metal no hubiese existido, un heavy metal que no se explica sin "Paranoid", álbum en el que queda expuesto en toda su plenitud.