lunes, 28 de julio de 2014

COME TASTE THE BAND - Deep Purple, 1975. Crítica del álbum. Review. Reseña.


El 21 de Junio de 1975 Ritchie Blackmore abandonaba las filas de Deep Purple para embarcarse en un proyecto llamado Rainbow. Aquello sucedía poco después de la gira europea de apoyo al "Stormbringer" que los británicos habían publicado en Noviembre de 1974. Lo lógico sería pensar que así terminaría la historia de una de las mejores bandas de la historia del rock, pero Deep Purple se sobrepuso al hacerse con los servicios del maravilloso guitarrista Tommy Bolin, un tipo que bebía directamente de las fuentes del jazz, del blues y del funk, y que llegó a la banda no como un imitador de Blackmore, más bien como un músico que iba a aportar su propia personalidad, dotando al sonido de su banda de un concepto y una musicalidad diferentes.


Deep Purple muestra en "Come Taste The Band", colocado en Octubre de 1975, su Mark IV por primera y última vez. Allí estaban, además del ya mencionado Tommy Bolin, el estratosférico teclado de un Jon Lord que asume el mando del grupo al tiempo que suaviza su sonido, un Glenn Hughes tremendo en el bajo y excelente en lo vocal, un David Coverdale en mejor momento de forma que nunca, con un estilo blues de voz de altísimo nivel, y un Ian Paice demoledor al tiempo que sutil a bordo de su kit. Ausente Blackmore la banda es la misma, y si, el cambio es de vital importancia, pero "Come Taste The Band" supone un soplo de aire fresco en la carrera de una banda que tal vez necesitase en aquel momento el rejuvenecimiento y nuevo cambio de rumbo que supuso la llegada de Tommy Bolin.


Las escalas clásicas grandes marca registrada del gran Ritchie Blackmore tienden a desaparecer, y en su lugar encontramos riffs de guitarra de un fuerte aroma blues de estilo Jimi Hendrix, aunque por supuesto aún quedan reminiscencias de aquel característico sonido de guitarra. Realmente Tommy Bolin inyectó una enorme vitalidad a la banda e impulsó a sus nuevos compañeros a cotas elevadas de composición e interpretación, en un álbum en el que la producción de Martin Birch y la propia banda es fuera de serie, seguramente una de las mejores en la historia de la banda merced a un sonido limpio en el que los instrumentos interactúan a la perfección al tiempo que respetan los momentos de protagonismo de los demás.

En "Come Taste The Band" cada tema es bueno de principio a fin, lleno de la creatividad y el talento de un grupo de músicos sin nada que demostrar y con mucho por disfrutar, y que consiguen además que el álbum funcione como un todo, en un artefacto lleno de un equilibrio difícil de superar merced a grandes dosis de cocaina y a la falta del elevadísimo ego de Ritchie Blackmore, suplido en esta ocasión por el inmenso talento del tristemente desaparecido Tommy Bolin y a la inmensa capacidad del guitarrista para trabajar y acoplarse con cualquier banda.


"Comin' Home" abre "Come Taste The Band" mostrando la clase de guitarrista que fue Bolin. Trallazo de rock que continua en cierto modo la temática del "Speed King" con un Coverdale lleno de potencia, un gran solo del propio Bolin y un ágil Ian Paice. Después "Lady Luck", una joya sacada de Energy, la antigua banda de Bolin, a la que Coverdale da el tratamiento adecuado. El solo de slide y el falso final antes del estribillo es verdaderamente memorable antes de la llegada de "Gettin' Tighter", un tema con Hughes a los mandos de la interpretación vocal al tiempo que impone su amor por el funk en un corte fabuloso que con Blackmore a los mandos hubiese sido difícil de imaginar. Bolin se muestra brillante aquí también.

"Dealer" es una advertencia contra las drogas que por supuesto no fue tenida en cuenta por algunos de sus compositores. Un sensacional Coverdale y un genial Bolin ponen el contrapunto a los tenues teclados de un Jon Lord disminuido en un intento de dotar de mayor importancia al trabajo de su nuevo guitarrista. Le siguen "I Need Love", el híbrido soñado entre la Motown y el hard rock británico, un tema lleno de actitud con una progresión de acordes y melodías vocales llenas de sentido y sonido, y "Drifter", un tema que ofrece alusiones líricas a los Allman Brothers embebidas en un riff al más puro estilo Black Sabbath. Luego "Love Child", un tema tomado de otro de James Gang que podría ser una reminiscencia del "Heartbreaker" de Led Zeppelin, esta vez con un jugoso sintetizador de Jon Lord.


"This Time Around" / "Owed to 'G'" muestran a Glenn Hughes en las voces del primero, homenajeando a Stevie Wonder, y con excelente instrumental en el segundo, probablemente uno de los mejores cortes del álbum que traslada de nuevo a aquellas fabulosas improvisaciones que dieron fama a Deep Purple, esta vez con un Bolin saliéndose en esa fusión rock jazz que tan bien manejaba, finalizando el álbum con "You Keep on Moving", el único tema en el que Hughes y Coverdale cantan juntos, algo que era más usual en el "Stormbringer", y que sirve para cerrar "Come Taste The Band" recordando en cierto modo a "Child In Time" en su ambiente, con unas armonías vocales de la pareja en su punto alto. Estructuras de acordes simples respaldadas por sutiles maniobras de guitarra que más tarde serían empleadas por otras grandes bandas.

¿Por qué no cuajaron ni "Come Taste The Band" ni la alineación del Mark IV?. Puede que los problemas de Hughes y Bolin, muerto apenas un año después del lanzamiento del álbum, tuviesen mucho que ver. El caso es que "Come Taste The Band" es un fabuloso álbum de Deep Purple, pese a quien pese. Diferente, si, pero igualmente bueno y tristemente subestimado en la discografía de la banda. Puede que "Come Taste The Band" no sea un disco de Deep Purple tal y como se les conoce y han pasado a la historia, pero lo cierto es que es un fabuloso álbum de rock, independientemente de sus protagonistas.

2 comentarios:

  1. A mi me encantan los ultimos discos de los deep con ese aroma soul funk. Degracidamente no se les da el reconocimiento qu merecen

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  2. Me falta esta pieza para completar mi colección púrpura y no pararé hasta conseguirla. Gran entrada para un disco que, lamentablemente, ha quedado muy relegado en comparación con sus grandes obras clásicas.
    Saludos,
    JdG

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