jueves, 6 de diciembre de 2012

BACK STREET CRAWLER - Paul Kossoff, 1973


Tras el "Heartbreaker" de 1973, Free se disolvía. Paul Rodgers y Simon Kirke se integraban en Bad Company mientras que Andy Fraser ya había formado Sharks. Paul Kossoff se quedó sólo y se marcó un álbum absolutamente espectacular llamado "Back Street Crawler".
De  inicio ya nos asombra la portada del disco. Aparece Kossoff con una Stratocaster, algo irónico si tenemos en cuenta que el genio de Hampstead siempre tocó con Gibson. Probablemente se trate de un guiño a Jimi Hendrix, al que conoció cuando trabajaba en Selmer, una tienda de instrumentos musicales de Londres.
Si nos centramos en el contenido de "Back Street Crawler" apreciamos rápidamente que es un reflejo de la habilidad de un guitarrista único. A finales de los años 60 y a comienzos de los 70 la guitarra eléctrica estaba entrando en una nueva dimensión, y el alma de los guitarristas se exponía a través del sonido que estaban creando. Paul Kossoff era uno de aquellos jóvenes guitarristas. Su sonido fue completamente pionero, ayudando a definir la escena del blues rock británico. Considerado uno de los mejores, con el mérito de hacer lo que hizo a tan temprana edad. Cuando Kossoff sale de Free se encontraba en un momento personal adecuado, con su adicción aparcada, disfrutando de poder generar un nuevo sonido basado en el corazón y en el puro disfrute de tocar. Esto queda plasmado de manera cristalina en "Back Street Crawler".
Kossoff se rodea en este álbum de buenísimos músicos, incluidos sus ex compañeros de Free. El bajista Trevor Burton, el batería de Yes, Alan White, el teclista John Bundrick, miembro de Free en "Heratbreaker", el bajista Alan Spencer, el teclista Jean Roussel, Jess Roden, vocalista de Bronco, Tetsu Yamauchi, el bajista que había reemplazado a Andy Fraser en Free, el inmenso guitarrista John Martyn, el bajista de The Jeff Beck Group, Clive Chaman, o el batería Conrad Isidore fueron los músicos que ayudaron a Kossoff en su proyecto.
"Back Street Crawler" es el triunfo de la voluntad, de la voluntad de un Kossoff que aborrecía la intransigencia y la pretenciosa autoindulgencia de algunos de sus contemporaneos. Kossoff ejerce un brutal dominio de si mismo, estructurando sus riffs como si realmente se tratase de una especie de tocata y fuga. Es maravilloso ver como el genio construye sus riffs sobre las bases rítmicas primitivas, casi desnudas, ajustándolos de manera precisa, dotándoles de principio, intermedio y final. Realmente "Back Street Crawler" consta de dos solos extendidos y un par de temas, muy a la manera de otro genio llamado Jeff Beck. En esta ocasión Kossoff utiliza una estructura de construcción serpenteando alrededor del bajo, la batería y el piano, algo similar a lo que hizo Herbie Hancock en el jazz para mantener a su banda bajo una engañosa sensación de control. 
"Back Street Crawler" comienza con "Tuesday Morning", un pedazo tema de diecisiete minutos y medio, absolutamente embriagador, un instrumental de guitarra glorioso. Si, es un corte de apariencia excesiva, pero cuando se termina el cuerpo te pide más, como si realmente no hubiese sido tan largo. Diecisiete minutos de gloria salidos de la guitarra de uno de los guitarristas más emotivos de todos los tiempos. Espectacular jam en clave de La. "I'm Ready" cuenta con la fabulosa participación de Jess Roden. "Time Away" escenifica un brillante dueto de guitarra con John Martyn en una especie de viaje de felicidad psicodélica. "Molten Gold" se podría considerar el último tema grabado por Free, ya que los cuatro miembros originales se juntaron para hacerlo, con un espectacular Paul Rodgers. De dinámica brutal, con un Rodgers trasladándose del susurro al grito que marca los solos de Kossoff. "Back Street Crawler" es un inmenso blues rock que daría nombre a la nueva banda de Kossoff.
Su temprana muerte privó a las grandes audiencias de disfrutar de su talento único, pero "Back Street Crawler" quedó en forma de maravilloso legado musical. La entrada anterior sobre el segundo disco de Free me había abierto el apetito reivindicativo de Paul Kossoff, uno de los mayores talentos que la guitarra eléctrica ha tenido jamás. Si todavía no lo habéis hecho, ahora es el momento, porque en mi opinión "Back Street Crawler" es un auténtico clasicazo del blues rock.








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