miércoles, 16 de abril de 2014

CATACOMBS OF THE BLACK VATICAN - Black Label Society, 2014. Crítica del álbum. Review. Reseña.


Black Label Society nacía en 1998 como el proyecto paralelo de Zakk Wylde a su trabajo como guitarrista y compositor en la banda de Ozzy Osbourne. Una vez separado de Osbourne, Wylde convertía a Black Label Society en su proyecto principal. Rebeldes borrachos del hard rock y del heavy cuya imagen se ha convertido en parte fundamental de la banda ya desde el principio. Wylde y su banda tienen una virtud por encima de todas, y es que, ajenos a las corrientes musicales que se suceden a su alrededor, Black Label Society llevan facturando ese hard rock con pelotas del que son ya un referente desde sus comienzos.


"Catacombs Of The Black Vatican" mantiene el sonido distintivo de Black Label Society, pero lo hace con el cuidado de no convertirse en una simple copia de artefactos anteriores. Rock de estadio, medios tiempos de sentimiento bluesy y algunas baladas en el que ese clásico sonido se pule y se refina gracias en parte a la acertada producción del propio Zakk Wylde. En cualquier caso Wylde tiene una máxima, y es que si algo no está roto para que arreglarlo. Su sonido no se ha empobrecido con el paso de los años, así que "Catacombs Of The Black Vatican" es una nueva patada en el culo, y no duele, más bien al contrario.


Un sentimiento sonoro similar al "Order Of The Black" de 2010, grabado como aquel en el estudio casero de Wylde en Los Angeles, también con el ingeniero Adam Klumpp y producido una vez más por el propio Wylde, que desemboca en una continuidad musical, de sentimientos y de intensidad. Tal vez falta algo de esa brutalidad que Black Label Society facturó en el "Stronger Than Death" de 2000 o en el "1919 Eternal" de 2002. Riffs más lentos y menos distorsionados, guitarras cristalinas y voces más limpias que en cualquier caso no restan un ápice de las características habituales del sonido de la banda, un sonido todavía fundado en esa combinación perfecta entre la pesadez setentera de Black Sabbath y la sensibilidad del rock sureño, al tiempo que las letras, escritas todas por un polivalente Wylde, continúan la línea que la banda ha marcado ya desde sus inicios.

Fabuloso es el trabajo de guitarra de Zakk Wylde, en un nivel extremadamente alto, ajeno muchas veces a la élite, un lugar en el que sin duda se debería asentar. El tipo además aporta al álbum las mejores voces de su carrera, en una progresión evidente desde el principio de la misma. Zakk Wylde ha crecido como vocalista a lo largo de las últimas entregas de Black Label Society, y en "Catacombs Of The Black Vatican" ofrece algunos de sus momentos más sobresalientes.La dinámica batería de Chad Szeliga se comporta a la perfección y el bajo de John DeServio está lleno de solidez, convirtiéndose además en una eficiente guitarra rítmica a las órdenes de la de Wylde.


Abre "Catacombs Of The Black Vatican" con "Fields of Unforgiveness", un tema que ofrece un cierto aroma a Alice In Chains, pero en el que las armonías marca de la casa de Zakk Wylde hacen notar su presencia, lo mismo que sucede con sus ominosos gruñidos. Después "My Dying Time" muestra ese sentimiento de rock sureño tan característico en la discografía de Black Label Society, empapado esta vez de un blues en cierto modo gutural y con un solo absolutamente estremecedor.

"Believe" inicia en modo country acústico antes de que la distorsión entre en juego y "Angel of Mercy" mezcla excepcionalmente la guitarra acústica con la eléctrica al tiempo que un magnífico Wylde en lo vocal llena de texturas y de emoción el tema, algo parecido a aquel sensacional "In This River" que el guitarrista y vocalista dedicase a su amigo Dimebag Darrell en 2005. Luego llega "Heart of Darkness", soberbia colección de riffs para probablemente el tema que más suena a Black Label Society de todo el álbum. Rápido y lleno de ritmo y con un montón de magia saliendo de la guitarra de Wylde.


"Beyond the Down" ofrece de nuevo buenos riffs, esta vez con el tipo de melodías vocales y armonías que Alice In Chains popularizó, al tiempo que "Scars" es un corte acústico de aroma country con un muy buen solo que podría haber tenido hueco en aquel "Book Of Shadows" que Wylde publicaba en 1996. "Damn the Flood" ofrece metal moderno, una especie de thrash cervecero lleno de potencia y "I've Gone Away" presenta riffs heavys y buen uso del wah wah. 

"Empty Promises" llega con una melodía clara, con la mejor interpretación vocal de Wylde en el álbum y con un ardiente solo, en espera de "Shades of Gray", el corte que sirve para finalizar "Catacombs Of The Black Vatican", y lo hace representando todo aquello que son Black Label Society, mostrándolo con orgullo entre esos riffs y esa entrega apasionada de Zakk Wylde. La emoción de un tema soul con ese característico toque de Black Label Society.


Y esto es en resumidas cuentas "Catacombs Of The Black Vatican", el excelente  y nuevo álbum de Black Label Society, la formación capitaneada por un Zakk Wylde que es uno de esos pocos tipos que no le debe nada a nadie, un hombre que afortunadamente no siente la necesidad de cambiar o evolucionar, un grande que lidera una de las bandas más consistentes, honestas y fiables con la que cuenta hoy en día el panorama rockero internacional.


No olvidéis pasar por LA BANDA QUE NUNCA EXISTIÓ para dejar vuestra lista de esa posible mejor banda de la historia del rock, en formato comentario o mediante MD a @BlueMonday1971.

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