El inicio de la década de los 90 había situado a Reverend Horton Heat a la cabeza del revival rockabilly y en emblema del psychobilly. Con "Smoke 'Em If You Got 'Em", su debut en 1990, la banda liderada por Jim Heath probaba que era más cañera que cualquier grupo pseudo punk y que por supuesto gozaban de un mayor talento instrumental. Cuando a mediados de aquella década se producía una revitalización del swing Reverend Horton Heat volvía a situarse a la cabeza del movimiento con artefactos como el "It's Martini Time" de 1996.
En el 2000, con el "Spend A Night In The Box", el trío se establecía definitivamente como un hito del psychobilly, e incluso Heath llegaba a mostrarse como un notable compositor mediante piezas como "It Hurts Your Daddy Bad" o "The Bedroom Again", ganando popularidad y reonocimiento con la resurrección pública del "Psychobilly Freakout" de su álbum debut.
Llegaba después el "Lucky 7" de 2002 y el "Revival" de 2004, trabajos en los que a pesar de algunos momentos notables la música no fluía con la misma intensidad y energía con la que antaño lo había hecho. Scott Churilla abandonaba la banda en 2006 y su puesto era ocupado por Paul Simmons, el batería de los Supersuckers, al tiempo que Jim Heath se embarcaba en otro proyecto llamado Reverend Organdrum. Así se llegaba al "Laughin' & Cryin' With The Reverend Horton Heat" publicado en 2009, un trabajo aceptable pero demasiado tranquilo para lo que era costumbre.
Durante los últimos 25 años Reverend Horton Heat ha fabricado el mejor psychobilly del planeta merced a su furioso rockabilly y a su inspirada mezcla de surf rock, swing, country, blues y rock con pelotas, aderezado todo ello por unas letras fieles a ese eterno lema de sexo, drogas y rock and roll. Esa acertada fusión del rock and roll clásico con la velocidad del surf rock les convirtió en la banda más grande y más influyente en el rockabilly y el psychobilly actuales. Ahora, con su nuevo álbum de estudio, un artefacto llamado "Rev", parece que Reverend Horton Heat ha recuperado parte de aquella esencia.
Con el regreso de Scott Churilla a las baquetas nos encontramos con la agradable sorpresa de ver que la alineación clásica de Reverend Horton Heat permanece intacta, y eso, por supuesto, es sinónimo de fiabilidad en esta andanada de psychobilly de inspiración rock and roll de la vieja escuela envuelto del particular sentido del humor que destilan las letras de Jim Heath. Una vuelta que rescata algo de esa energía y de esa personalidad que les colocaron en lo más alto al poco de iniciar su singladura musical.
Disco tras disco Reverend Horton Heat ofreció todo lo que un ser humano necesitaba para una buena juerga en base a ese viejo rock and roll con elementos del punk, del surf rock e incluso del country, amasando un glorioso concepto que en directo se convertiría en un espectáculo absolutamente demencial. De nuevo Jim Heath, Jim "Jimbo" Wallace y Scott Churilla funden géneros con la maestría habitual, pero lo más importante es que los tres suenan revigorizados, llenos de actitud y ansiosos por tocar y demostrar que Reverend Horton Heat ha vuelto en plena forma.
"Rev", el primer álbum de Reverend Horton Heat para Victory Records y primero del trío en cuatro años es un efectivo retorno a sus raíces, una vuelta al rockabilly clásico que deja de lado en cierto modo el sabor country aunque siga teniendo presencia. Nada nuevo, por supuesto, pero suena fresco y revitalizado, con la banda en estado permanente de excitación, un estado que se transmite a lo largo de todo el disco con un par de instrumentales, historias de corazones rotos narradas desde un punto de vista sardónico y honores a grandes del rock como Link Wray y Bill Halley, con todo el poder, la fuerza y la convicción de una banda como Reverend Horton Heat.
El apabullante trabajo de guitarra de Jim Heath es sin duda la llave maestra de "Rev". Un tipo que podría haber liderado las seis cuerdas de cualquiera de los grandes de los 50 y que en el nuevo álbum de su banda vuelve a mostrar su habilidad a la hora de confeccionar esos riffs inconexos marca de la casa y esos solos desconcertantes deudores de otras épocas más gloriosas. Su voz, llena de matices, resiste el paso del tiempo mientras cuenta con el inestimable apoyo del infatigable soporte rítmico compuesto por el contrabajo de Jimbo y la batería de juguete de Churilla, en una inclasificable pero perfecta ejecución de su cometido.
"Rev" abre con "Victory Lap", un instrumental del tipo medio oeste que parece testar el estado de ánimo de la banda al tiempo que prepara al oyente para el veloz viaje que va a iniciar mientras se balancea entre el rock and roll más clásico y el surf rock más cañero. Después un trallazo llamado "Smell Of Gasoline" coloca ya en situación con un demoledor ataque de guitarra y poesía marca de la casa para un tema absolutamente deudor del inmenso Link Wray.
"Never Gonna Stop It" se adentra en el fangoso terreno de la crisis política y financiera. Una pequeña joya ejemplo de la invencibilidad del rock and roll que cabalga a lomos de un brutal solo de guitarra cortesía del Reverendo. Luego llega "Zombie Dumb", el segundo asalto instrumental en el que sobresale el amor de Heath por los extremos y en el que brillan un riff dulce y sostenido, una batería hipnótica y una agradable reverberación de garaje que lo acerca al surf rock.
El rockabilly contagioso de "Spooky Boots" es ejemplo de lo bien que ha envejecido la banda, mientras "Schizoid" se convierte en un alocado tema que parece fruto de una brutal improvisación antes de ese tributo a la vida en la carretera que es "Scenary Going By". Llega "My Hat" y con ella lo mejor de Chuck Berry, Carl Perkins y Bill Haley en dos minutos y medio en los que Reverend Horton Heat muestran como añadir brillo al rock and roll de la vieja escuela.
El demoledor ritmo de parada e inicio de "Let Me Teach You How To Eat" ofrece letras clásicas de Jim Heath en un auténtico rompecabezas de frenético psychobilly que deja paso a "Mad Mad Heart", rockabilly de aroma a Brian Setzer, clásico en toda su dimensión. Luego "Longest Gonestman", tema escrito por Heath en 1986 para contar la clásica historia del tipo que fue por tabaco y no regresó desde un punto de vista honky tonk.
Llega "Hard Scrabbled Woman" con sus influencias country y su aroma a rockabilly clásico del que se hacía en Sun Records, casi, casi como si de Johnny Cash se tratase, antes de ese verdadero signo de carácter que representa "Chaising Rainbows", uno de los mejores temas del álbum al que le sirve de cierre.
La locomotora Reverend Horton Heat vuelve a producir humo gracias a un esfuerzo muy sólido que una vez más les coloca sobre las vías adecuadas. Sin duda "Rev" no va a competir con lo mejor del catálogo de la banda, pero destila una vez más esas elevadas dosis de energía y desenfreno clásicas del trío. Reverend Horton Heat han vuelto, aunque durante esa búsqueda de otros géneros realmente nunca se fueron, pero ahora regresan a lo suyo, el más rotundo psychobilly, y lo hacen recuperando parte de esa energía que contribuyó a revitalizar las raíces de la música popular.
No olvidéis pasar por LA BANDA QUE NUNCA EXISTIÓ para dejar vuestra lista de esa posible mejor banda de la historia del rock, en formato comentario o mediante MD a @BlueMonday1971.
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