miércoles, 21 de mayo de 2014

MAGIC MOUNTAIN - Black Stone Cherry, 2014. Crítica del álbum. Review. Reseña.


Black Stone Cherry están de vuelta con su cuarto álbum de estudio. Tras un paréntesis de 3 años después de su mejorable "Between The Devil And The Deep Blue Sea" los de Edmonton vuelven a la carga con un nuevo trabajo llamado "Magic Mountain". Recuperar precisamente la magia de aquel maravilloso debut, el homónimo "Black Stone Cherry", con el que aquellos cuatro chavales volaban nuestras cabezas en el año 2006, se antojaba complicado, sobre todo tras ver como en aquel último álbum la banda se plegaba en cierto modo a las exigencias de las radios, arrastrados posiblemente por la producción de un amigable Howard Benson.


"Magic Mountain", lanzado muy recientemente por Roadrunner Records, contiene algunos de aquellos elementos que hicieron de Black Stone Cherry la gran esperanza blanca cuando debutaron. Ese hard rock potente teñido de southern rock intenta volver a capturar los corazones en "Magic Mountain", y aunque aún no ha recuperado el sabor de aquel debut, si se manifiesta en las dosis suficientes como para afirmar que la banda de Kentucky está de nuevo en el camino adecuado. Afortunadamente el corazón de la banda ha vuelto a latir y aún hay motivos para la esperanza.


"Magic Mountain" es un muy buen álbum, sobre todo teniendo en cuenta los territorios por los que actualmente transita el hard rock, más volcado en crear nombres que llenen estadios que preocupado por la honestidad y el trabajo bien hecho. Y si, "Magic Mountain" se antoja como un trabajo honesto de unos tipos que tras una tibia travesía por el desierto conservan fuertes sus raíces y sus principios sonoros y musicales, algo que se nota ya desde los primero compases del disco, notas que ofrecen sensaciones ya diferentes a las que habían mostrado sus "Folklore and Superstition" de 2008 y "Between the Devil and the Deep Blue Sea" de 2011, artefactos en los que Black Stone Cherry se había ido alejando gradualmente de su esencia.

Parece que Black Stone Cherry están tratando de regresar a sus raíces con "Magic Mountain", algo en lo que se antoja fundamental la producción de Joe Barresi, el mismo tipo que ya ha producido a Tool, Nine Inch Nails, Soundgarden, Chevelle o Queens of the Stone Age, y la elección por parte de la banda no puede ser más acertada, porque Barresi les ha permitido recuperar parte de esa libertad compositiva e interpretativa que la banda parecía haber perdido en aquellos dos álbumes del 2008 y del 2011. La energía y la crudeza de su sonido primitivo, aquel en el que elementos del hard rock, del southern rock, del stoner y del metal convivían en perfecta armonía parece estar de vuelta en "Magic Mountain".


Los riffs pesados y reconocibles de Black Stone Cherry son protagonistas absolutos de "Magic Mountain", y Chris Robertson y Ben Wells vuelven a postularse como una de las parejas más demoledoras en cuanto a la construcción de aquellos riffs se refiere. Guitarras poderosas que vuelven a enraizarse en todos aquellos elementos que de inicio crearon el distintivo sonido de Black Stone Cherry. La voz de Robertson sigue sonando como siempre, deudora de aquellas voces del rock sureño que le inspiraron, poderosa, enérgica y capaz de transmitir con honestidad lo que canta. El sólido bajo de Jon Lawhon continúa martilleando y la batería de John Fred Young parece recuperada para la causa, algo en lo que ha tenido mucho que ver la producción de Joe Barresi.

"Holding On...To Letting Go" abre "Magic Mountain" en formato esperanza. El riff sucio y pantanoso reverdece laureles y no esconde la demoledora batería de un John Fred Young en modo salvaje. Potente estribillo y solo abrasador que indican que Black Stone Cherry ha recuperado parte de sus valores. Después "Peace Pipe", un trallazo pesado en el que Chris Robertson se marca un solo verdaderamente memorable, un tema en el que la banda parece querer volver a jugar a eso que tan bien jugaba cuando debutaban en 2006 alejados de las presiones de una discográfica, de un productor, de la prensa y del público.


"Bad Luck & Hard Love" huele a pelotazo desde su riff de apertura. Wah wah, suciedad, Hammond, batería dinámica y cierto sabor a blues tras los que aparece "Me And Mary Jane", un tema de riffs simples, perfectamente acompañados por el combo rítmico que componen John Fred Young y Jon Lawhon. Un corte que se presenta idóneo para las radios y que por supuesto ha sido lanzado como single. Luego "Runaway", un medio tiempo antes escuchado pero lleno de emoción, una sensación que Chris Robertson transmite a la perfección merced a una voz hecha para cautivar.

"Magic Mountain" recupera la energía, la pasión y la potencia de la banda ya desde su inicio de órgano a lo Deep Purple y su explosión descontrolada de riffs sucios y abrasivos cortesía de Robertson y Wells. Aparace entonces "Never Surrender", casi un choque de trenes tras la audición del anterior tema, casi un corte que cuesta digerir, pero al final logra engatusar mediante la genial línea de bajo de Lawhon y el soberbio trabajo de batería de Young, sin olvidar a un entregado Robertson en el estribillo. Después "Blow My Mind" y sus riffs pantanosos recuerdan a la banda del "Folklore And Superstition" del 2008.

"Sometimes" es una balada acústica en la que Black Stone Cherry parecen salirse en cierto modo de su formato habitual. Un tema bonito, de estribillo destacable y que conforma una especie de pausa en el álbum antes del final que se aproxima, un final que abre con la poderosa línea de bajo de la sórdida "Fiesta Del Fuego", un trallazo cautivador tras el que emerge "Dance Girl", un tema tal vez algo menos poderoso que deja asomar algunos de los errores del pasado. A continuación "Hollywood In Kentucky", un tema que se muestra como ese corte necesario en todos y cada uno de los álbumes de Black Stone Cherry y que precede a "Remember Me", el tema que cierra "Magic Mountain", lleno de excelentes melodías que lo convierten en un muy agradable corte rockero.

Y estas son las impresiones que deja "Magic Mountain", el cuarto trabajo de Black Stone Cherry, una banda a la que se ha exigido más que otras dada la calidad de su inmenso debut allá por 2006. Por supuesto "Magic Mountain" no está a la altura de aquel, pero deja numerosas notas para el optimismo y muestra a una banda tratando de adquirir la madurez necesaria para no caer en los errores del pasado y recuperar sin morir en el intento todas aquellas virtudes heredadas de sus raíces. Y si nos olvidamos de presente, pasado y futuro y nos centramos en el rock, "Magic Mountain" es un álbum, con defectos todavía, pero para disfrutarlo a conciencia.


No olvidéis pasar por LA BANDA QUE NUNCA EXISTIÓ para dejar vuestra lista de esa posible mejor banda de la historia del rock, en formato comentario o mediante MD a @BlueMonday1971.

2 comentarios:

  1. BSC me voló la cabeza con su debut y aún lo adoro. Este creo que está a la altura. Así sin más. Muy bien contado. Si alguien no se ha atrevido a pincharlo aún o no conoce a la banda, que lo escuche, flipe y luego haga lo propio con su primer álbum. Serán clásicos en breve.

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  2. Me molan las pavas compartiendo humo!! :))..no sé, sólo he escuchado la canción del video, no estan mal pero no oigo nada muy diferente a otras cosas que he escuchado. Además mal porque no lo han editado en vinilo..y eso es mal... muy mal!! Saludos máquina!!..como siempre leerte es un placer!!

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